Por José Odisio
Los lesionados son un problema. Cada semana Sanguinetti suma ausentes por cuestiones musculares y con un plantel corto, el recambio baja el nivel del equipo. Pasó con el arquero y se dejaron puntos en el camino. Y ahora se suman experimentados. Lema, Juanchón, Pérez, Garro, antes Vangioni, ausentes difíciles de reemplazar, en especial por la experiencia, a veces muy necesaria.
Jugar con River es un desafío. Sin importar su lugar en la tabla, el Millo presenta plantel con argumentos suficientes para hacerle pasar una mala noche a cualquiera. Y decir que hace unas semanas perdió con Sarmiento es esperanzarse con un partido atípico. Se le puede ganar, sí. Pero hay que tener un partido sin fisuras. Y Newell’s no llega con la firmeza de las primeras fechas.
Afirmarse atrás con el ingreso del arquero Morales fue una buena noticia. Perder a Lema y tener a Ditta entre algodones no. Los pibes aparecen otra vez como parches necesarios. Un curso acelerado de Primera que algunos aprovechan y otros no.
Arriba hay sequía. Y esta vez tendrá la esperada y demorada chance Reasco. Una buena chance para ver el juego y el temple del ecuatoriano. Aunque sería injusto juzgarlo sólo por este partido y no darle al menos un par de titularidades. Está claro que Sanguinetti no lo tiene como su alumno preferido, pero con Juanchón y Garro lesionados, debería bancarlo.
Newell’s debe ganar por la Liga con urgencia. Siete partidos sin triunfos comprometen la chance de entrar a la Sudamericana. Pero jugar en el Monumental con exigencia de victoria parece demasiado. ¿Es posible? Si, pero no es la principal opción que presenta el partido en la previa.