La institución Empalme Norte recibió los fondos de Nación y mejoró una plaza y sus alrededores para que los vecinos de Empalme Graneros puedan volver al espacio público
Por Gonzalo Santamaría
Hace poco más de un año el barrio Empalme Graneros comenzaba a ver la transformación de sus calles gracias a un proyecto de la Biblioteca Popular Empalme Norte de Génova 6113. La zona elegida es lo que los vecinos llaman el «Empalme Profundo», un lugar roto donde la esperanza de sus habitantes estaba por el piso. Cloacas con agua estancada, calles que cuando llueve se transforman en barriales, falta de iluminación y servicios básicos era el combo perfecto para que la resignación reinara. “Otra promesa más, sabés cuántas veces nos vinieron a decir que la cosa iba a cambiar”, se podía escuchar de la boca de cualquier rosarino que reside allí. Pero desde la Biblioteca se animaron a presentar una iniciativa a la Secretaría de Integración Socio-urbana de la Nación y fueron elegidos para que esa profundidad de un barrio golpeado por la violencia y la desidia cambie, se transforme y le regrese a los vecinos una buena noticia, entre tanta inseguridad e incertidumbre. Así, este lunes 15 de agosto festejan con un festival en el medio del barrio, con baile, música en vivo, murales, comida y juegos para los más chicos. «Acá, en nuestro barrio, en nuestra villa, donde para algunos solo hay violencia y delincuencia, están ustedes, los vecinos», esgrimieron desde la comisión directiva de la institución.
La Biblioteca Empalme Norte nació por el año 2008 siempre con el objetivo de atravesar cada esquina del barrio para mejorar la calidad de vida. Primero fue una biblioteca, luego se sumaron talleres y apoyo escolar, más tarde sirvió como ayuda para las familias, con el paso del tiempo el Gobierno provincial colocó planes de capacitación con salida laboral en seis oficios, luego un CAEBA y en el 2021 una EEMPA para que los chicos del barrio, esos mismos que practicaron Kung Fu o Guitarra hace varios años, puedan terminar la secundaria.
Siempre rondó la posibilidad de generar un centro comunitario, un espacio más grande y más acorde a todo lo que ofrece la Biblioteca donde correr, bailar, aprender, enseñar, pensar y construir quepa en un solo lugar. Así se llegó a este agosto de 2022 con la fiesta que se vivirá en el barrio, cuando se corte la cinta de esta obra que hizo llorar de la alegría a un barrio entero.
Se construyó un centro comunitario en Barra al 1300 bis (en la intersección con Schweitzer), con vestuarios, una cocina centralizada, un gran escenario al aire libre para eventos en el barrio, con aulario y un espacio para hacer una sala de grabación, con un SUM para actividades bajo techo. Se reconstruyó la cancha de fútbol con arcos nuevos, redes, una iluminación acorde y riego artificial. Se construyeron juegos para las infancias, veredas y se le agregó red de agua potable en articulación con ASSA y se mejoró el tendido eléctrico.
El barro que imposibilitaba el deporte se volvió hormigón y las noches ya dejaron de ser tenebrosas. Los vecinos ocuparon el espacio público. «En el espacio donde vamos a estar había una canchita de fútbol, que hasta julio de 2021 cada vez que llovía era una laguna, ya que estaba más abajo que la propia zanja», contó Daniel Macaluci, presidente de la institución que presentó el proyecto, en diálogo con CLG.
«Es un sueño hecho realidad porque mejoramos un poco el espacio, con una cancha iluminada, hubo mucha máquina trabajando y con esto también se extendió la línea de luz para que cada vecino tenga en su casa y también agua potable y desagües», remarcó el directivo y remató: «Nosotros pasamos el proceso y lo que padecieron los vecinos, ver esto hoy nos pone a llorar de la felicidad por el cambio de vida que significa».
Macaluci aseguró estar agradecidos a los vecinos que «depositaron su confianza en nosotros para que trabajemos ahí» porque, explicó, «ellos tienen la cabeza quemada con promesas incumplidas por los políticos que llegan en elecciones».
«El objetivo nuestro era cambiarle la vida, sin creernos los mejores pero sí sabiendo que hay organizaciones barriales que verdaderamente quieren laburar para el barrio», esbozó y aseguró que «estar al lado de la gente es lo mejor» que puede hacer la Biblioteca Empalme Norte porque «así podemos aportar nuestro granito de arena».
Para Macaluci este nuevo predio también incentivó a la participación ciudadana en el Empalme Profundo. «Logramos estar al lado de ellos, que se sientan seguros con iluminación y más movimiento», manifestó.
«Como somos de barrio, sabemos que muchas veces quedamos minimizados y luego en las reuniones buscábamos que los vecinos se sumen al proyecto y es hermoso ver como se involucran», dijo el presidente de la biblioteca y finalizó: «Es enorme ver cómo los chicos juegan y cuidan también la plaza».
