CLG dialogó con Melisa Herrero, una de las principales referentes de esta organización que "contacta y conecta" a rosarinos para luchar "de fondo" contra la inseguridad y lograr que los vecinos puedan volver a sentarse en la vereda
Por Sofía Dalonse
Rosario se ha convertido en una ciudad que «sangra todos los días», un escenario habitual donde los hechos de violencia extrema e inseguridad son moneda corriente. En este marco, «Vecinales Unidas» continúa trabajando para abordar el problema de fondo.
En diálogo con CLG, Melisa Herrero, una de sus referentes, explicó los proyectos urgentes que pretenden concretar, las expectativas y relató su experiencia personal de «involucrarse para cambiar la realidad».
La organización surgió hace dos años de manera espontánea ante esta preocupación de vecinas y vecinos de distintos barrios motivados a movilizarse para poner un freno a la situación.
«Desde hace un tiempo, decidí involucrarme en todo lo social impulsada por la preocupación de la inseguridad con la que convivimos. Empecé a vincularme a grupos de vecinos que estaban organizados en distintas asociaciones como la vecinal, el centro de jubilados y clubes. Era un mundo desconocido para mí, cuando abrís la puerta a la participación te das cuenta que no solo con quejarse alcanza, sino que al mismo tiempo, se puede construir en conjunto«, expresó Herrero, quien al mismo tiempo integra la vecinal Dr. Maradona y es presidenta de la asociación cooperadora de la escuela Dr. Francisco de Gurruchaga.
Asimismo, contó que Vecinales Unidas tiene como principal objetivo luchar contra la inseguridad en los distintos barrios de la ciudad: «Empezamos a contactar y conectar. Logramos crear una red en Rosario por la seguridad, fue una de las más importantes que hicimos el año pasado con el objetivo de reclamar e insistir a las autoridades que tomen medidas concretas en lo que respecta a acciones preventivas por la seguridad».
Y continuó: «Pedimos tratar el problema de fondo con políticas integrales, porque entendemos que la inseguridad es multicausal y hay que abordarla desde diversos aspectos: el de la desigualdad, inclusión, reinserción, y principalmente, desde la prevención, que es donde hacemos más hincapié para que los vecinos podamos estar un poco más tranquilos en el espacio público».
En la misma línea, se refirió a otras de las aspiraciones de la agrupación que tiene que ver con la recuperación del espacio público: «Queremos que la gente de nuestra vecinal que corresponde al barrio Luis Agote y Pichincha se pueda volver a sentar en la vereda. Las calles no tienen que ser peligrosas y queremos fomentamos ese hábito».
En este sentido, destacó el rol de las veredas de generar sentido de pertenencia en los grupos barriales: «Si tenés que guardar el auto es más seguro porque hay un vecino sentado; también se toma como actividad social, sobre todo, para adultos mayores, o para que los niños tengan esta posibilidad de sociabilizar sin tener que pagar la cuota de un club».
Herrero aseguró que están llevando a cabo diversas acciones e iniciativas para que los vecinos puedan retomar estos hábitos que se fueron perdiendo debido al miedo con el que conviven, impuesto por este panorama crítico. El corredor lúdico es una de ellas. «Se trata de una serie de intervenciones en el espacio público a través del juego; queremos que el barrio sea colorido, alegre y que los chicos encuentren alguna diversión, algo que los atraiga cuando vayan camino a la escuela».
Para lograrlo, contó que cada 17 de agosto organizan un mega locro participativo donde se unen escuelas, clubes, centros de jubilados y distintas instituciones. «Este año está programado para el 15 de agosto en los salones de Década y vamos a cortar Cafferata con distintas actividades en la calle, y con lo recaudado cada año incorporamos una nueva estación al corredor lúdico».
Y concluyó: «Buscamos que las calles dejen de darnos esta sensación de miedo y nos devuelvan la alegría que había antes en los barrios».