Según informó LM de Neuquén, la maniobra fue advertida como un fraude, se encendió el alerta bancario y se inició una investigación
Un hombre, cuya ex pareja estaba a punto de morir, se apoderó de una libreta en la que figuraban las claves de la cuenta bancaria de la mujer y se realizó múltiples transferencias hasta dejar en cero la caja de ahorro de la víctima, mientras que las últimas transacciones las realizó cuando ya había fallecido.
Según informó LM de Neuquén, la maniobra fue advertida como un fraude, se encendió el alerta bancario y se inició una investigación que arrojó como resultado que el titular de la cuenta de destino es el que había realizado las operaciones.
El pasado lunes el fiscal del caso, Marcelo Silva, le formuló cargos al hombre por el delito de estafa en carácter de autor en una audiencia que se llevó a cabo en la Ciudad Judicial.
De acuerdo a la teoría que investiga la fiscalía, el imputado se aprovechó de la internación a causa de una enfermedad de una mujer con la que había tenido una relación afectiva y realizó distintas transferencias bancarias de la cuenta de la víctima hacia la suya.
«El imputado hizo algunas de las operaciones mientras la mujer estaba internada y otras, una vez que ya había fallecido», indicaron desde el Ministerio Público Fiscal.
La mujer no tuvo hijos, por lo que sus padres iniciaron los trámites de la sucesión y allí advirtieron el vaciamiento deliberado de la cuenta bancaria, tras lo cual el fiscal Silva reveló en diálogo con Telefé Neuquén: «Se realizaron nueve transacciones en total, todas a la misma cuenta, perteneciente al imputado».
«Según la información que tenemos, la relación se había terminado un año antes de la internación», señaló el fiscal, a la vez que admitió que «los abogados defensores tendrían otra versión».
Según el fiscal, el imputado aprovechó que su ex pareja tenía un cuadro terminal de leucemia, se metió en su cuenta bancaria y le sacó lo que tenía e incluso después de muerta para trasladarlo «a su cuenta personal».
La maniobra pudo ser llevada a cabo porque el hombre se apoderó de la tarjeta de débito, una notebok y una agenda con claves de la titular de la cuenta y el perjuicio económico total fue de más de $992.000 y más de 12.500 dólares.
El abogado particular que intervino como querellante en representación de los padres de la mujer fallecida, adhirió íntegramente al requerimiento de la fiscalía.
En tanto, la jueza de garantías avaló el requerimiento de la fiscalía y la querella y dio por formulados los cargos, mientras que fijó el plazo para concluir la investigación en cuatro meses.