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Rusia controló acería de Mariupol, pero ve cómo la Otan se expande con Suecia y Finlandia


La planta siderúrgica de Azovstal fue tomada por el ejército ruso. Mientras que este miércoles dos nuevos países europeos se sumarán a la Organización del Tratado del Atlántico Norte 

Rusia anunció este martes la rendición de 265 soldados ucranianos atrincherados en la planta siderúrgica de Azovstal, el único lugar que les quedaba tomar de la estratégica ciudad de Mariupol, mientras Suecia y Finlandia presentarán este miércoles sus trámites para sumarse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan).

«En las últimas 24 horas, 265 combatientes depusieron sus armas y se rindieron, incluyendo 51 que estaban gravemente heridos», dijo el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado recogido por la agencia de noticias AFP.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ucraniano dijo en Telegram que el intercambio de esos soldados «se llevará a cabo para repatriar a estos héroes lo antes posible», confirmando indirectamente que esos hombres, que «cumplieron» su misión, estaban efectivamente en manos rusas.

En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no respondió a las preguntas sobre si los soldados de Azovstal serían tratados como criminales de guerra o como prisioneros de guerra pero sí dijo que el presidente Vladimir Putin «garantizó que serían tratados de acuerdo con las leyes internacionales pertinentes».

En ese sentido, las autoridades rusas precisaron que aquellos que necesitaban asistencia médica fueron trasladados a un hospital en Novoazovsk.

En paralelo, la Corte Suprema de Rusia anunció que el 26 de mayo estudiará si reconoce como «grupo terrorista» al Batallón Azov, al que pertenecen los últimos militares que resistieron en la planta siderúrgica, sin precisar si eso puede de alguna forma impedir un posterior intercambio de prisioneros.

La toma de Mariupol tiene para el Kremlin un valor relevante por lo simbólico, pero también por lo estratégico ya que le permitiría dar un paso crucial en sus planes de unir la anexionada península de Crimea en el sur con las regiones separatistas del Donbass, en el este ucraniano.

El gobernador de Lugansk, una de estas regiones, dijo que las tropas rusas estaban «bombardeando Severodonetsk sin parar» y aseguró que dos edificios del hospital general de la ciudad habían sido alcanzados durante la noche.

«Tenemos diez muertos y tres heridos en la región», escribió Sergii Gaiday en Telegram.

La toma de Severodonetsk, la ciudad más al este en poder de las fuerzas ucranianas, permitiría a Rusia el control de facto de Lugansk, una de las dos regiones, junto con Donetsk, que forman el Donbass.

Por otra parte, ocho personas murieron y 12 resultaron heridas en ataques rusos contra la localidad de Desna, en la región de Chernigov (noreste) donde se encuentra una base militar ucraniana, dijeron los servicios de emergencia citados por la agencia de noticias AFP.

En el otro extremo del país, en Lviv (en el oeste), Rusia lanzó un ataque con misiles contra un ramal de trenes a unos 20 kilómetros de la frontera polaca, que no causó víctimas pero sí fuertes daños a la infraestructura ferroviaria, informaron autoridades locales.

El mando del ejército ucraniano en el sur dijo que Odesa y Mykolaiv también habían sido atacadas y que hubo víctimas en ambas ciudades.

Frente a la continuidad de esta invasión lanzada el 24 de febrero, Suecia y Finlandia están a punto de renunciar a décadas de no alineamiento militar y mañana presentarán sus candidaturas a unirse a la Otan.

Los dos países avanzaron en varios pasos burocráticos en estos últimos días y, según la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, entregarán la solicitud de forma conjunta al organismo con sede en Bruselas como «señal de que estamos unidos para el futuro».

En conferencia de prensa, junto al presidente finlandés, Sauli Niinisto, destacó la coordinación frente a la «guerra ilegal» lanzada por Rusia sobre Ucrania, según declaraciones reproducidas por la agencia de noticias Europa Press.

Ambos dirigentes viajarán a Washington el jueves para reunirse con el presidente estadounidense Joe Biden, anunció la Casa Blanca.

El secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, recibirá las solicitudes de ingreso de manos de los embajadores de los dos países acreditados ante la Alianza, en un evento que se emitirá en directo.

El Parlamento de Finlandia, país que tiene una frontera de casi 1.300 kilómetros con Rusia, votó hoy a favor de unirse a la Otan con una mayoría de más del 95%.

En Suecia, la ministra de Relaciones Exteriores, Ann Linde, firmó hoy el formulario de solicitud, luego de que el Parlamento confirmara ayer que solicitaría su adhesión a la alianza militar.

Los nuevos miembros necesitan la unanimidad y la ratificación en los Parlamentos de los países que ya forman la alianza militar, pero Turquía amenaza con vetar las adhesiones de las naciones nórdicas, a las que acusa de apoyar a rebeldes separatistas kurdos que operan en su territorio.

Concretamente, Turquía reprocha a Suecia y Finlandia su negativa a extraditar a personas a las que acusa de ser miembros del partido separatista kurdo PKK.

Por otra parte parte, la Corte Penal Internacional anunció hoy el envío a Ucrania de un equipo de 42 expertos, el mayor en la historia de la institución, para investigar las acusaciones de crímenes de guerra cometidos durante la invasión rusa.

En el plano comercial y de sanciones, la Comisión Europea publicará mañana los detalles de su plan para alejar al bloque del gas ruso, con la diversificación de proveedores, eficiencia energética y el aumento de la generación renovable y la producción e importación de hidrógeno «verde».

Mientras tanto y pese a este intento de vetar la dependencia energética de Moscú, la petrolera italiana Eni anunció la apertura inminente de una cuenta en euros y otra en rublos ante el banco ruso Gazprombank para pagar el aprovisionamiento de gas, acatando las exigencias del Kremlin.