Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
No será un partido más el de hoy. Será un juego que tendrá sensaciones encontradas. Algunos lo disfrutarán, otros no. Se retira él. El máximo goleador del club. Marco Ruben, ídolo para una generación y goleador eterno para todos. Llegó el día. Ese día que los hinchas no querían que llegue nunca se presentó. La última función será ante Estudiantes y con un estadio a reventar que será testigo de sus últimos minutos como jugador.
Fueron días de tristeza para muchos. Era un secreto a voces desde hace un par de semanas, muchos se enteraron antes de que el goleador brinde la conferencia de prensa por el audio que viralizó ese tal Gabriel (quien terminó siendo uno de los actores extras de estas historia por su mala participación) y todos conocieron que hoy será el final tras la confirmación de Ruben.
Los ídolos se van. Un día dicen ¡basta! y hay que aceptarlo. Es que por más que duelan los jugadores se acaban y como en este caso se convierten en leyenda.
En medio de la tristeza de muchos está la camiseta quien va a seguir siempre, aunque seguramente añorará a Ruben. Pero Central sigue más allá de los nombres y por más que hoy el dolor por la despedida del goleador esté el tiempo lo sanará y todo se encaminará a buscar otro, porque así es el fútbol.
La despedida del nueve se da en un escenario donde el equipo está lejos de cumplir las expectativas, tal es así que hasta ganando podría finalizar el torneo. La fiesta en las tribunas está asegurada, se vivirán momentos de muchas emociones. Solamente resta por saber si sus compañeros le regalarán el triunfo para que la noche del sábado, a pesar de la tristeza de muchos, termine con una mueca de felicidad.