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Advierten que el cambio climático puede provocar la pérdida de tres metros de costa ártica al año


Científicos de la Universidad de Hamburgo de Alemania determinaron que si las emisiones de gases de efecto invernadero no se controlan puede duplicarse de aquí al año 2100

Científicos de la Universidad de Hamburgo, Alemania, determinaron que si las emisiones de gases de efecto invernadero no se controlan o sigue aumentando su ritmo de emisión, puede duplicarse de aquí al año 2100, lo que provocaría una pérdida por erosión de hasta tres metros anuales en las costas del Ártico.

El estudio, publicado en la revista Nature Climate Change, estableció por primera vez la magnitud y velocidad de los cambios que provoca la erosión en las costas del Ártico debido al cambio climático.

El doctor David Nielsen, del Grupo de Excelencia para la Investigación Climática Cliccs de la Universidad de Hamburgo, explicó que analizaron “una serie de escenarios, dependiendo de la cantidad de gases de efecto invernadero que la humanidad emitirá en los próximos años”.

“Según el estudio, no sólo se pierde cada vez más masa terrestre en términos absolutos; con cada grado de aumento de la temperatura, la tasa anual de erosión aumenta, en metros, pero también en millones de toneladas de carbono liberadas”, se explicó.

Si las emisiones de gases de efecto invernadero no se controlan o siguen aumentando, el ritmo puede duplicarse con creces de aquí a 2100, lo que supondría pérdidas por la erosión de hasta tres metros al año, informó la agencia DPA.

El nuevo estudio proporciona información importante para la protección de las costas y para la planificación política y social de las regiones afectadas.

El calentamiento del suelo, que provoca roturas y desprendimientos, puede poner en peligro infraestructura importante y amenazar la seguridad de las poblaciones locales.

Además, estos procesos liberan al océano el carbono almacenado en los suelos, lo que podría alterar el papel del océano Ártico como importante almacén de carbono y gases de efecto invernadero.

Al mismo tiempo, las estimaciones de las tasas de erosión futuras ofrecen una base indispensable para la investigación de las interacciones entre el deshielo del permafrost (capa de suelo permanentemente congelado) y la liberación de carbono en el Ártico, aspectos que pueden reforzarse mutuamente.

Según Nielsen, los resultados “también muestran que un cambio hacia una mayor sostenibilidad y una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero podría frenar la aceleración en la segunda mitad del siglo”, aunque advirtió que “no será posible detener por completo la pérdida de masa terrestre”.

Junto con otros investigadores de la Universidad de Hamburgo, el Instituto Max Planck de Meteorología, el Instituto Alfred Wegener, el Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina y el Servicio Meteorológico Alemán, Nielsen calculó por primera vez el balance futuro del Ártico en su conjunto, un logro importante, ya que la erosión costera varía mucho de una región a otra.

“En el Ártico, la erosión es siempre una combinación de factores térmicos y mecánicos”, señaló el investigador, y por esta razón sus cálculos vinculan los modelos existentes del sistema terrestre con los datos de observación, las simulaciones de olas y los reanálisis climáticos.

Agregó que “dependiendo de la ubicación y la forma de la costa respectiva, esperamos ver alturas de olas variables”, y dijo que “con el aumento de la temperatura, el alcance de las olas también aumenta, porque el hielo marino desaparece y el periodo sin hielo en verano se alarga, lo que hace que las costas sean aún más vulnerables”.