El diputado provincial Carlos Del Frade, del Frente Social y Popular, elevó una solicitud sobre el estado de esa causa
Este miércoles se cumplieron ocho años del crimen de Luis Medina y de su novia Justina Pérez Castelli, ocurrida en el Acceso Sur de Rosario. Un asesinato mafioso que estremeció a la provincia y tuvo derivaciones políticas. Así, en las últimas horas el diputado provincial Carlos del Frade pidió un estado de la causa en la Legislatura.
Medina era entonces dueño franquiciante del boliche Esperanto –de efímera trayectoria en Rosario– y se lo vinculaba a una red de narcotráfico con territorialidad en la zona norte de la ciudad. Hay una línea de investigación que apunta a otro narco, Esteban Lindor Alvarado, como posible instigador de aquel crimen. Pero esa pesquisa nunca avanzó. Por eso, el diputado provincial Carlos Del Frade elevó un pedido de informes sobre el estado de esa causa.
“Se cumplen ocho años del doble asesinato y todavía no hay respuestas claras sobre los asesinos materiales e intelectuales”, precisó el legislador en un comunicado. El diputado del Frente Social y Popular aseguró luego que “el crecimiento patrimonial de Medina estuvo vinculado a la autorización para habilitar cuatro empresas con las que lavaba dinero en Rosario”.
Posteriormente destacó que “también crecía su primer socio, Esteban Lindor Alvarado, otro narcoempresario”, y aseguró que “ocho años después, aquel doble crimen marcaba una clave para entender el fenomenal proceso de lavado de dinero por un lado y la violencia urbana por el otro, las dos caras de la misma moneda de la semi colonia que es hoy la Argentina”.
En la madrugada del 29 de diciembre de 2013 el dueño del boliche Esperanto y empresario ligado a venta de autos con antecedentes penales por narcotráfico transitaba en su DS3 por Circunvalación junto con su novia Justina Pérez Castelli. Venían de bailar y se dirigían al hotel Pullman, del Complejo City Center, donde se hospedaban. Antes de llegar al puente sobre la calle Ayolas, un motociclista los alcanzó y los mató de diez balazos a quemarropa.
En 2019 la causa de este doble asesinato narco tomó un giro con una evidencia en la investigación de otro asesinato con tintes mafiosos: el fusilamiento de Lucio Maldonado.
Por la ejecución a balazos del prestamista fue imputado como instigador Esteban Lindor Alvarado, ya que según sospechan los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, una casa quinta perteneciente al acusado sirvió para mantener secuestrado a Maldonado antes de que lo maten y lo arrojaran a pocos metros del cruce de Oroño y Circunvalación. El cuerpo del hombre fue encontrado boca abajo, maniatado y un cartel con el mensaje «Con la mafia no se jode».