"La dirección y la altitud del vuelo comercial fueron modificadas inmediatamente", advirtió la agencia de aviación civil rusa. El hecho sucedió el viernes, cuando el avión espía "descendió rápidamente" y atravesó la ruta del vuelo de la compañía Aeroflot
El Gobierno ruso informó este domingo que se evitó una «catástrofe» después de que un avión de línea ruso se viera obligado a modificar su trayectoria para sortear a un avión espía de la OTAN, por encima del mar Negro.
«Se evitó una catástrofe […], pero esto no significa que Estados Unidos y la OTAN puedan seguir poniendo vidas en riesgo con total impunidad», declaró en un comunicado la vocera de la Cancillería rusa, Maria Zajarova.
Según la agencia de aviación civil rusa, el incidente se produjo el viernes, cuando el avión espía «descendió rápidamente», atravesando la ruta establecida por un Airbus de la compañía Aeroflot que cubría la ruta entre Tel Aviv y Moscú con 142 personas a bordo.
En consecuencia, «la dirección y la altitud del vuelo comercial fueron modificadas inmediatamente», indicó la agencia en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
La nota agregó que la tripulación del avión espía no respondió a los mensajes de los controladores aéreos.
Según la agencia de noticias rusa Interfax, el avión ruso descendió 500 metros para apartarse del avión de reconocimiento.
Un jet privado que volaba de la ciudad rusa de Sochi, en el mar Muerto, a Skopje, en República de Macedonia, también cambió de trayectoria a causa del avión espía, según la agencia de aviación.
«La creciente actividad de los vuelos de aviones de la OTAN cerca de las fronteras de Rusia […] provoca un riesgo de incidentes peligrosos con aparatos civiles», denunció el organismo, que advirtió que prevé «protestar» por la vía diplomática.
No se precisó la nacionalidad del avión espía, pero Zajarova acusó en su comunicado a la fuerza aérea estadounidense de «representar un riesgo para la aviación civil».
Ni la OTAN ni Estados Unidos reaccionaron a esas acusaciones por el momento.
El incidente se produjo en un contexto de tensión entre Rusia y los países occidentales, que acusan al Gobierno ruso del presidente Vladimir Putin de concentrar tropas en las fronteras de Ucrania, con vistas a una invasión, algo que Moscú desmiente.