La fiscal Valeria Haurigot trazó un paralelismo con los tiroteos a edificios judiciales por los que fue condenado el líder de "Los Monos", Ariel "Guille" Cantero
La fiscal de Rosario que investiga las seis balaceras a estaciones de servicio ocurridas en los últimos días aseguró que «no se descarta» la hipótesis de que los ataques hayan sido ordenados desde la cárcel, al trazar un paralelismo con los tiroteos a edificios judiciales por los que fue condenado el líder de la narcobanda «Los Monos», Ariel «Guille» Cantero.
«Eso no se descarta junto con otras hipótesis», sostuvo la fiscal Valeria Haurigot, y recordó que «en aquellos momentos se reclamaba por traslados y salidas transitorias y, la manera de amedrentar, era producir balaceras».
Además, la representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA) dijo que el hombre detenido ayer por la Policía, sospechado de participar de las balaceras a estaciones de servicio, quedó desvinculado del caso, aunque sí será imputado por dos homicidios.
Se trata de Nicolás Arberto M., alias «Cara de Burro», detenido durante un allanamiento realizado ayer en un edificio Fonavi del sur de Rosario, que era buscado por dos crímenes.
En cuanto a las seis balaceras ocurridas en la última semana, la fiscal dijo en declaraciones radiales que se está «hablando con testigos, con los dueños de estaciones y lo haremos con autoridades».
Por el momento no hay detenidos por esos hechos, que en todos los casos tienen la misma característica: personas que pasan en moto o en auto y disparan contra los vidrios de los bares de las estaciones de servicio.
Según explicó la fiscal, en ninguno de los casos los propietarios fueron extorsionados o recibieron llamados pidiéndoles dinero, otra modalidad delictiva bastante extendida en la ciudad santafesina de Rosario.
Haurigot había dicho la semana pasada que la hipótesis de que detrás de las balaceras estuviera el líder de «Los Monos», que cumple condena en la cárcel federal de Marcos Paz, era una de las líneas investigativas que seguía.
Hoy trazó un paralelismo entre estas balaceras y los ataques a tiros contra domicilios de magistrados y edificios judiciales, ocurridos en 2018, por los que «Guille» Cantero fue condenado en septiembre pasado a 28 años y 6 meses de prisión.
La fiscal recordó que entonces los ataques estaban motivados en «planteos sobre las condiciones de detención, por traslados de personas del mundo criminal».
«Eso no se descarta junto con otras hipótesis. En aquellos momentos se reclamaba por traslados y salidas transitorias y la manera de amedrentar era producir balaceras», concluyó.