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Economía

Argentina cerrará este año «otra década perdida», según un informe


Este año, la economía habrá concluido «otra década pérdida», ya que el PBI per cápita a fines de 2018 será muy similar al que había antes de que se iniciara la crisis financiera internacional en septiembre de 2008. Así lo estimó un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

Según ese trabajo, la contracción económica en curso se disparó a partir del «frenazo» del ingreso de capitales en mayo de este año. Para el CIPPEC, la retracción del financiamiento «se reflejó en una rápida y fuerte suba del tipo de cambio, que llevó al Gobierno a negociar un acuerdo stand-by con el FMI».

A partir de ese acuerdo, la nueva estrategia oficial pasa por acelerar el ritmo de corrección del déficit fiscal, fortalecer la hoja de balance del Banco Central y el régimen de metas de inflación, y dejar flotar al tipo de cambio, aunque reteniendo alguna capacidad de intervención, detalló la entidad. Pero advirtió que este conjunto de medidas y la disponibilidad de financiamiento a bajo costo, «no disiparán en el corto plazo el impacto del reciente cimbronazo cambiario».

De acuerdo con el informe, la retracción del financiamiento externo obligará a corregir el elevado déficit de cuenta corriente, que amenazaba con sobrepasar el 5% del PBI en 2018.

«La corrección involucrará una caída del gasto agregado público y privado y, en consecuencia, una contracción en la actividad económica. El mecanismo principal será la aceleración de la inflación, la cual contraerá el poder adquisitivo de los ingresos privados, el consumo y la inversión», alertó el documento.

Y aseguró que «la fase recesiva en la que nos sumergimos es una más de un prolongado ciclo de stop-and-go en el que se encuentra atrapada la economía argentina desde 2011».

El CIPPEC consideró que «la dinámica de crecimiento interrumpido es el síntoma de un desequilibrio persistente entre, por un lado, un alto nivel de gasto público y consumo privado y, por el otro, una limitada capacidad productiva de los sectores transables de la economía.» .

«En esta situación, cada intento por expandir el gasto deriva en un faltante de dólares que conduce a una crisis cambiaria que interrumpe el crecimiento», añadió.

En este marco, evaluó que «dejar atrás este ciclo y colocar a la economía en un sendero de crecimiento sostenido, requiere potenciar a las actividades transables y así aumentar las exportaciones y la producción que compite con importaciones».

«Esto demandará mantener al tipo de cambio real en valores, al menos, como el actual y diseñar políticas específicas de estímulo a sectores transables primarios, industriales y de servicios.

Será necesario también corregir el sobredimensionamiento del gasto público y el déficit fiscal», concluyó el informe.