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Opinión Quique

Opinión Canalla: «Choque de realidad»


Foto: Juan José García

Por: Enrique Genovar

No tuvo con qué. A veces esta expresión en el fútbol puede ser momentánea y en otras oportunidades refleja una realidad. Central perdió contra Boca porque no tuvo con qué ganarle. Y si bien el gol del rival fue por una jugada fortuita, cuando el partido parecía que iba a repartir los puntos, el Canalla no tuvo para vencer a Boca.

Central jugó en muy buen nivel la primera media hora. Presionó en casi toda la cancha, hizo el gol, exigió mucho al arquero y no pasó demasiado peligro en contra. Pero después los minutos fueron desnudando falencias y ante equipos como el Xeneize, por más que no tenga tantas figuras como antes, se notan y mucho.

El segundo tiempo el equipo del Kily lo sufrió más de lo que jugó. Es que después del primer cuarto de hora la visita se hizo amo y señor de las acciones. Boca lo comenzó a superar en casi todas las líneas, hasta se lo vio mucho mejor en la parte física. Y para ratificar esa superioridad Battaglia metió mano para ir por más y en Central no hubo respuestas.

Los cambios del Kily llegaron tarde y ahí es donde surge las preguntas: ¿se equivocó el DT o no tiene a quién poner? La afirmativa por una no descarta a la otra de plano. Los cambios vinieron tarde sí, los que entraron no cambiaron nada también es cierto. Se sabe que Central tiene un plantel corto y lo que también se ve partido a partido que hay mucha diferencia entre titulares y suplentes. Pero más allá de todo el Kily arma el banco junto a sus colaboradores y cuando el rival se supera con las modificaciones que hace la respuesta tiene que estar a tiempo.

Más allá de la falta de respuestas desde el banco, y que el gol de la victoria llegó por un accidente, Boca desnudó carencias en este equipo del Kily. Carencias que, algunas se pueden corregir, y otras que no; pero con en estas últimas no se pueden hacer nada. Es por esto que las mismas siempre están y que se vean es cuestión de quién esté enfrente. Boca expuso a Central en muchas cuestiones y es por eso que la derrota no debe pasar desapercibida y tiene que servir para sacar conclusiones.