Política y Economía

Prevén que con más gastos e ingresos, el déficit primario de 2021 estará en línea con la pauta oficial


En el segundo semestre habrá una notoria desmejora respecto del primero, en el que el déficit fue de 0,7%, según un estudio privado

El año terminará con un déficit primario del orden del 3,5% del Producto Bruto Interno (PBI) y por primera vez en más de dos décadas la ejecución quedará en línea con la estimación establecida en la ley de Presupuesto, si bien el resultado será alcanzado por caminos diferentes a los previstos.

La proyección forma parte del último análisis de coyuntura de la consultora Quantum y deja en evidencia un notorio deterioro de las cuentas públicas en la segunda mitad del año, si se tiene en cuenta que en el acumulado de los primeros siete meses se mostró un resultado primario con un déficit equivalente al 0,7% del producto.

La visión de un año “partido en dos” es compartida por diferentes economistas y entidades, que destacan la prudencia fiscal de la primera parte del año, con mayores ingresos y una contención del gasto, a diferencia del segundo semestre, en parte por la campaña electoral, aunque ese no fue el único elemento para tener en cuenta.

Al respecto, por el lado de los ingresos debe considerarse que, a diferencia del primer semestre, en el tramo final de 2021 no se computarán los ingresos derivados del Aporte Solidario Extraordinario (conocido como “impuesto a la riqueza”) y bajarán significativamente los recursos provenientes de los derechos de exportación, tanto por el menor volumen de liquidaciones de soja y derivados como por la caída de los precios internacionales.

En ese sentido, las liquidaciones del sector agroexportador de agosto, si bien fue récord para ese mes, estuvieron un 13,3% debajo de las de julio, en una tendencia que se profundizaría en los meses que restan de 2021. En cuanto a los gastos, además de los representados por los aumentos en jubilaciones, asignaciones familiares y planes sociales, desde junio se observa un incremento en los subsidios a los servicios públicos.

Por otra parte, tanto en el primer como en el segundo semestre, la comparación interanual no está exenta del impacto que tuvo la pandemia en las cuentas públicas de 2020: un segundo trimestre con la peor caída de ingresos reales en décadas y una mejora en la segunda mitad del año a medida que se fueron implementando las flexibilizaciones al Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).

De cara al año que viene, Quantum sostuvo que “el punto de partida de las cuentas fiscales será de una economía con mejoras en el nivel de actividad, con efectos porcentuales del PBI positivos sobre la recaudación tributaria”.

“Además, probablemente con un sendero de ajuste de tarifas de servicios públicos que implique reducción gradual de los subsidios económicos”, indicó, abriendo la posibilidad de un incremento de tarifas en gas, electricidad y transporte.

En este escenario, sostuvo, “el déficit debería ser menor, con una tendencia más sostenible, lo cual implicaría también una mejora en las posibilidades de financiamiento en el mercado local de deuda y menor asistencia del Banco Central”.

Por último, en lo referente a la necesidad de financiar parte del déficit y hacer frente a los vencimientos de deuda, Quantum subrayó que “por el lado de las necesidades en moneda extranjera, queda más clara la necesidad de lograr un acuerdo con el FMI”.