En las últimas horas aparecieron nuevos focos y desde el Ministerio de Ambiente de Nación intensifican la ayuda
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible desplegó más brigadistas, lanchas y un helicóptero para controlar los incendios en la zona de las islas del delta del Paraná mientras dure la emergencia hídrica a raíz de la bajante histórica del río.
El ministro de Ambiente, Juan Cabandié, dijo que “si bien el río Paraná tiene ciclos de bajantes y crecientes, la intensa sequía como evento extremo con origen en el cambio climático, la deforestación en la cuenca y la reducción de los humedales acentúan la problemática”.
“Los incendios forestales se ven favorecidos por la sequía, sobre todo cuando se quema en pleno invierno, como ocurre este año y como pasó en 2020 y en 2008”, afirmó.
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La cartera que conduce Cabandié, a través del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), lidera las acciones de articulación entre los organismos involucrados para controlar los incendios en la zona mientras dure la emergencia hídrica derivada de la bajante histórica del Paraná.
En esta dirección, se reforzaron los recursos en el lugar para robustecer la contención de incendios forestales: el SNMF articula una base de operaciones en Victoria, Entre Ríos, que ya cuenta con 12 combatientes de la Brigada Nacional que llegaron desde el sur del país y que tendrán presencia permanente para brindar respuesta a emergencias en el delta medio.
Por su parte, el Ministerio de Seguridad suma 10 brigadistas más de la Brigada de la Policía Federal Argentina con base en el delta bajo, en el norte de la provincia de Buenos Aires, mientras que la Administración de Parques Nacionales tiene a disposición otros 10 brigadistas en las áreas protegidas Ciervo de los Pantanos y Pre-Delta.
En tanto, se desplegó un helicóptero del Ejército Argentino dispuesto por el Ministerio de Defensa, y también están a disposición las lanchas en el marco de la iniciativa Faros de Conservación que lidera el Ministerio de Ambiente.
El despliegue del ministerio nacional se sumó a las cuadrillas ya presentes de las jurisdicciones involucradas.
En los lugares afectados participan del operativo personal de Delitos Rurales de la Policía de Entre Ríos; de Bomberos Voluntarios de Victoria y Villa Constitución; del Plan de Manejo del Fuego de Entre Ríos; Defensa Civil; de Protección Civil de Santa Fe y del Ejército Argentino.
Al respecto, la secretaria de Ambiente de Entre Ríos, Daniela García, advirtió que la bajante histórica del río «prevé la generación y propagación de focos ígneos en la zona».
La funcionaria provincial dijo que trabajarán sobre la disminución de costos de energía y combustibles, alargamiento de plazos, y asistencia a «productores de materias primas a partir del uso de recursos hídricos, a pescadores y la gestión de incendios».
También llamó a realizar «acciones cotidianas que cada uno desde su lugar puede hacer para cuidar el recurso del agua» como «minimizar el consumo del agua, evitar el derroche y no prender fuego», en la zona.
«Esta situación remite a un cambio climático global, no es un evento esporádico, que se estima hasta noviembre pero es muy incierta la previsión de lluvias en la cuenca alta de Brasil», afirmó García.
Días atrás, el viceministro de Medio Ambiente, Sergio Federovisky, había dicho que la histórica bajante es «típicamente un problema ambiental multicausal donde intervienen varias cosas que confluyen para generar lo que técnicamente se denomina un desastre».
El funcionario, dijo que hay, por supuesto, «un detonador que es la situación climática, pero nada de lo que está pasando pasaría solo por eso», y aclaró que «la cuestión climática es una sequía muy pronunciada de este año y el año anterior en la cuenca alta del río Paraná, en Brasil, principalmente en el Mato Grosso y en las adyacencias del Amazonas».
La altura del Paraná bajó a -24 centímetros (debajo del nivel del mar) frente a la capital entrerriana, y provocó una crisis hídrica en diferentes aspectos de la ciudad, donde el Municipio construyó un dique y colocará bombas para mantener el servicio de agua potable.
El lunes pasado, el Gobierno nacional publicó en el Boletín Oficial la declaración de la «Emergencia Hídrica», instrumentada a través del decreto 482/21, que faculta al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en su carácter de presidente del Consejo Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, a «delimitar las áreas afectadas por la emergencia».
La decisión se tomó a raíz del «impacto y las consecuencias que está generando la bajante histórica más importante de los últimos 77 años en la cuenca hídrica de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú», informó el Gobierno en un comunicado.
La bajante se sostiene a lo largo de toda su cuenca, lo que condiciona la navegación comercial, la generación de energía eléctrica y la vida de las comunidades ribereñas.
El Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir) reiteró a Télam que «la tendencia descendente observada en los niveles hídricos en la cuenca del Paraná y Paraguay va a predominar en los próximos tres meses; el escenario más probable indica una situación similar a la bajante de 1944».
Asimismo, la cartera de Ambiente brinda capacitaciones a cargo del SNMF para estandarizar la formación de las brigadas provinciales y fortalecer las capacidades teórico-prácticas de los brigadistas forestales.
En Entre Ríos se desarrolló el ciclo para combatientes de incendios de esa provincia, dictado por Nación en Gualeguay, Paraná y Victoria.
Y en Santa Fe se instruyó a la nueva Brigada de Emergencias provincial, personal de la Guardia Rural Los Pumas y Bomberos Zapadores.
El ambientalista rosarino, Jorge Bártoli dijo hoy que “los fuegos en ningún momento cesaron, la situación es la misma de los últimos meses, con la diferencia que ahora existen organismos creados para dar respuesta más rápida y coordinada que el año pasado”.
“La extrema bajante del río, la falta de agua, el invierno y la gran masa vegetal seca, es un combo muy propicio para que cualquier foco de incendio se descontrole y se torne mucho más grande”, agregó este integrante de la organización ecologista El Paraná No se Toca.