El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva acusó hoy al tribunal de apelaciones que aumentó su condena por corrupción de actuar en sintonía con los grandes medios de comunicación contra su Partido de los Trabajadores (PT) y el ascenso social de la clases bajas.
«Que se preparen, porque no solo vamos a gobernar de nuevo este país, sino que vamos a cuidar del pueblo; vamos a volver», dijo Lula esta noche, durante un acto en la plaza de la República, en el centro de San Pablo.
Y agregó: «Pueden arrestar a Lula, pero no al sueño de miles de brasileños».
El ex mandatario y líder opositor dijo que quiere «desafiar a los tres camaristas de Porto Alegre a presentar una sola prueba» en su contra, luego de que por unanimidad lo consideraran culpable de recibir sobornos de la constructora OAS, en el marco de la Operación Lava Jato.
Lula fue condenado hoy a 12 años y un mes de prisión, que puede hacerse efectiva una vez agotado los recursos de segunda instancia, según el propio tribunal.
«Tengo certeza absoluta que hay una forma de salir de la lucha, que es morir, mientras mi corazón funcione y mi cabeza piense, seguiré la lucha; no desistan, no se desanimen, porque ellos quieren sacarnos el derecho a ser felices y de soñar, porque una sociedad sin sueños no es posible», dijo el mandatario.
«Ellos quieren que no sea candidato, pero ahora quiero serlo», señaló Lula luego de un fallo que puede inhabilitarlo en virtud de la Ley de Ficha Limpia.
En su alocución, Lula sostuvo que existe un «pacto entre el Poder Judicial y los grandes medios porque decidieron que era hora de terminar con el PT y el ascenso social de la clase trabajadora».
En ese sentido, se comparó con el líder sudafricano Nelson Mandela, quien estuvo 27 años preso y apuntó que el único héroe nacional que tiene Brasil, Tiradentes, «fue ahorcado por la elite brasileña».
«Nunca confíé en el tribunal, quiero que me digan el delito que cometí; estoy condenado por un departamento desgraciado que no tengo, les pido al Movimiento Sin Techo que lo ocupen», dijo con ironía ante una multitud.