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Cerca de 240 migrantes saltan la valla fronteriza de Melilla que separa Marruecos de España


Tres policías resultaron levemente heridos y los migrantes fueron trasladados a un centro de recepción para que guarden cuarentena ante la situación sanitaria

Cerca de 240 migrantes del África subsahariana saltaron hoy la valla fronteriza entre Marruecos y Melilla y consiguieron entrar en el enclave español, en una de las llegadas más numerosas de los últimos años, indicaron las autoridades del país europeo.

Esta entrada se produce poco más de dos meses después de que una inédita ola migratoria llegara a Ceuta, el otro enclave español en el norte de Marruecos.

En ese momento la ciudad autónoma se vio sorprendida por la entrada repentina de más de 10.000 migrantes -en su mayoría jóvenes y adolescentes marroquíes-, provocando una importante crisis diplomática en Madrid y Rabat.

En total, más de 300 personas intentaron escalar hoy la valla que delimita la frontera entre Marruecos y Melilla, sirviéndose de «garfios», según detalló en un comunicado la delegación del gobierno español en Melilla.

Pese a la importante presencia policial, 238 personas lograron entrar en el enclave, informó la agencia de noticias AFP.

Tres policías resultaron levemente heridos y los migrantes fueron trasladados a un centro de recepción para que guarden cuarentena ante la situación sanitaria, precisó la nota.

Ceuta y Melilla, las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea con África, están sometidas desde hace años a una fuerte presión migratoria.

Los intentos de saltar estas vallas de varios metros de alto, que en algunas ocasiones terminan con personas muertas, son bastante frecuentes, pero esta última entrada de 200 personas es una de las más importantes de los últimos años en Melilla.

La ola migratoria de mayo se produjo en un contexto de crisis diplomática entre Madrid y Rabat, provocada por el ingreso en un hospital español para tratarse de las complicaciones del coronavirus de uno de los líderes del Frente Polisario saharaui, Brahim Ghali, enemigo acérrimo de Marruecos.

La tensión diplomática se disparó entonces entre ambos países, con el país europeo acusando al africano de «agresión» y «chantaje».

Ghali dejó España en junio rumbo a Argelia, apoyo del Polisario, pero las tensiones continúan.