"Para nosotros un impuesto mínimo del 15% es insuficiente porque la tributación de las multinacionales es esencial, aunque reconocemos que hay un largo recorrido para establecer las normas", subrayó
El ministro de Economía, Martín Guzmán, instó hoy a que los países en desarrollo avancen en una nueva propuesta sobre el impuesto mínimo global, impulsada por el G7 (Grupo de los Siete países más ricos del mundo), que prevé una tasa del 15% para las empresas transnacionales, y que a su juicio debería ser de entre 21% y 25% para reducir las asimetrías con las potencias internacionales.
«La tasa mínima del 15% es muy baja para la tributación de las multinacionales, sería mejor llegar a un acuerdo no menor al 21%, aunque la tasa ideal sería del 25%», señaló Guzmán esta mañana al participar de un seminario organizado por la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad (Icrict, la sigla en inglés) y el G24 (Grupo de los 24 emergentes).
El ministro reafirmó la posición argentina en materia fiscal que se debatirá en la reunión de ministros de Finanzas y presidente de Bancos Central de los países miembros del G20.
«Para nosotros un impuesto mínimo del 15% es insuficiente porque la tributación de las multinacionales es esencial, aunque reconocemos que hay un largo recorrido para establecer las normas», subrayó Guzmán.
De todas maneras, el ministro dejó en claro que es «ahora es el momento para alcanzar un consenso histórico y creemos que el G20 lo abordará de una forma más significativa que en años anteriores».
En este contexto, consideró que «es importante que se unan los países en desarrollo», particularmente a partir de las «asimetrías que generó la pandemia. De hecho, las economías avanzadas toman dinero a tasas bajas y la Argentina no».
El reciente acuerdo del G7 (Canadá, estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido) respecto a un impuesto mínimo global de 15% para las compañías multinacionales fue considerado como «un paso positivo con una tasa muy baja» por parte del Gobierno argentino.
Guzmán consideró que la iniciativa constituye «un paso positivo para atacar la elusión impositiva de las multinacionales, que debilita a los Estados Nación y atenta contra el desarrollo de los pueblos».
El ministro celebró el compromiso de las grandes potencias internacionales, aunque advirtió «cuidado: la tasa mínima probablemente también será la tasa máxima. Y 15% es muy poco», consideró.
A pesar de que el G7 no tiene un papel formal en el proceso de discusión de la nueva fiscalidad internacional, un pacto en el seno de este grupo supondría un poderoso impulso para alcanzar un acuerdo en las negociaciones formales que se están desarrollando al respecto en el G20 y en la OCDE.
El pacto logrado por los ministros de Finanzas de los países más industrializados del mundo busca construir un campo de juego equilibrado para las empresas con presencia global, como Amazon, Google o Facebook.
Mientras tanto, la OCDE avanza en la transformación de la fiscalidad internacional a través de dos bloque temáticos: el primer pilar apunta a buscar alternativas para reasignar potestades en negocios orientados al consumidor, y el segundo estudia nuevas bases imponibles y un análisis minucioso de los niveles de tributación.
El objetivo no es otro que definir una serie de medidas internacionales que transformarán las tributaciones de los grupos multinacionales, con el consecuente efecto que estos eventuales cambios tendrán en las políticas fiscales de los países.