Alrededor de un 20% de los pacientes presenta una variante moderada a severa de la enfermedad y no logra un buen control, lo que suele evidenciarse con síntomas persistentes y exacerbaciones recurrentes
El asma afecta en la Argentina a más del 12% de los niños y adolescentes y a cerca del 6% de la población entre 20 y 44 años, mientras que causa más de 400 muertes por año y 15 mil internaciones en hospitales públicos de todo el país.
En tanto, alrededor de un 20% de los pacientes presenta una variante moderada a severa de la enfermedad y no logra un buen control, lo que suele evidenciarse con síntomas persistentes y exacerbaciones recurrentes.
Las exacerbaciones son episodios agudos y angustiantes, caracterizados por falta de aire, sensación de opresión en el pecho y tos, que pueden terminar en una internación.
Los pacientes graves o severos son aquellos en los que el asma persiste pese a utilizar altas dosis de la terapia habitual (corticoides inhalados en dosis máximas, sumado a uno o más broncodilatadores de larga duración).
Para este grupo de pacientes con un asma de semejante intensidad, existe una nueva opción terapéutica disponible en la Argentina.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó el uso de dupilumab en adultos y adolescentes de 12 años o más como tratamiento de mantenimiento complementario para el asma severa con inflamación de tipo 2 caracterizada por eosinófilos en sangre elevados y/o FeNO elevado, que no se controlan adecuadamente con dosis altas de corticosteroides inhalados, más otro medicamento para tratamiento de mantenimiento.
Dupilumab es un anticuerpo monoclonal de origen completamente humano que ha demostrado su capacidad de reducir significativamente las exacerbaciones por asma, mejorar la función pulmonar y la calidad de vida de los pacientes.
«Esta nueva medicación está indicada para los pacientes con asma grave, que presentan una historia de exacerbaciones, hospitalizaciones de urgencia y una función pulmonar disminuida, que usan demasiados corticoides por vía oral o inyectable y tienen una pésima calidad de vida. Su asma les impide o dificulta hacer ejercicio, caminar rápido, subir escaleras o dormir de corrido. Contamos con un tratamiento muy esperanzador, lo que representa una excelente noticia para estos pacientes y sus médicos», sostuvo el neumonólogo Daniel Colodenco, quien es Director de la Carrera de Especialistas en Neumonología de la UBA.
Por su parte, la doctora Ana María Stok, neumonóloga, Directora Médica de Investigaciones en Patologías Respiratorias y Coordinadora General del Grupo Asma NOA, indicó: «Los casos graves no son necesariamente infrecuentes, sino que, en ocasiones, algunos pacientes tienden a subestimar la severidad de la enfermedad o tal vez sea resignación: luego de años de convivir con determinados síntomas, los incorporaron como parte de su vida, pero no hay por qué conformarse con una vida limitada por el asma».
Respecto de los objetivos terapéuticos en el asma grave, la Dra. Stok describió: «Ningún paciente es igual a otro, pero para estos cuadros graves, por lo general, se busca reducir los episodios de exacerbaciones severas, que preocupan mucho a los pacientes. Otro objetivo es mejorar la función pulmonar para recuperar calidad de vida: no tener que ausentarse a la escuela o al trabajo, ni dejar que tu asma te aísle de todo. Además, para quienes usan corticoides orales, tanto en forma diaria como en ciclos cortos, procuramos ir reduciendo de a poco su uso y, si es posible, hacerlo por completo».
«Este último punto es particularmente relevante porque sabemos que más de dos cursos anuales de corticoides aumentan la posibilidad de contraer o agravar cuadros como diabetes, síndrome metabólico, osteoporosis, hipertensión arterial, obesidad, depresión y cataratas, entre otras afecciones», completó el Dr. Colodenco.
En el estudio clínico LIBERTY ASTHMA QUEST, que incluyó 1902 pacientes mayores de 12 años, el uso de dupilumab redujo un 47,7% más que el placebo la tasa anual de exacerbaciones severas y mejoró al doble la función pulmonar, promoviendo un mejor control del asma.
Respecto del uso de corticoides orales, en el estudio VENTURE, que incluyó 210 pacientes, el 70.1% de quienes recibieron dupilumab logró reducir su dosis (contra 41.9% en el grupo control).
El 80% de los que recibieron dupilumab y redujeron la dosis de corticoides, lo hizo al menos a la mitad (contra un 50%); el 69% del primer grupo pudo llevarla a menos de 5 mg/día (contra 33%) y el 48% pudo dejar los corticoides orales por completo (contra el 25% en el otro grupo).
En total, la tasa de exacerbaciones severas fue un 59% menor en quienes recibieron dupilumab y mejoraron más la función pulmonar.
Además, el estudio abierto de extensión denominado TRAVERSE siguió a largo plazo a los participantes de los dos estudios antes mencionados y mostró que todos los resultados se sostuvieron en el tiempo durante 96 semanas más luego de finalizadas esas investigaciones.
Entre el 50% y el 70% de los casos de asma se originan por una respuesta hiperactiva de un mecanismo inflamatorio denominado ‘inflamación de tipo 2’, lo que aumenta la secreción mucosa, obstruye las vías aéreas y genera hiperreactividad bronquial, procesos que generan las manifestaciones que afectan la vida cotidiana del paciente.
Gran parte de este mecanismo se explica por un aumento de la actividad de proteínas conocidas como interleuquinas 4 y 13 , que son responsables de la limitación que la enfermedad severa les impone a los pacientes.
La Dra. Stok puntualizó que «los estudios clínicos incluyeron pacientes con asma grave en general, pero los resultados de eficacia fueron consistentemente superiores en los pacientes en los que se podía identificar la presencia de biomarcadores asociados con inflamación de tipo 2».
«Este mismo proceso inflamatorio se da en otras enfermedades como la dermatitis atópica, la poliposis nasal y determinadas alergias alimentarias. De hecho, es habitual que una persona con asma presente simultáneamente alguna de esas comorbilidades. La primera aprobación que obtuvo dupilumab en nuestro país fue en 2020, en dermatitis atópica severa, y está siendo investigado para otros cuadros mediados por mecanismos inmunológicos afines», concluyó el Dr. Colodenco.