Desde este lunes, las fronteras españolas se abrieron a todas las personas vacunadas de países de la Unión Europea y países asociados a Schengen, salvo India, Brasil y Sudáfrica
España, segundo destino turístico mundial antes de la pandemia, reabrió hoy sus puertas a los turistas vacunados con la esperanza de relanzar el turismo, sector clave para su economía, devastado por la emergencia sanitaria.
«España es un destino seguro y estamos en condiciones de recuperar pronto nuestro liderazgo turístico mundial», declaró la ministra de Salud, Carolina Darias, luego de que las llegadas se desplomaran un 77% en 2020, un año después de haber albergado a 83,5 millones de visitantes.
Desde hoy, las fronteras españolas se abrieron a todas las personas vacunadas de países de la Unión Europea y países asociados a Schengen, salvo India, Brasil y Sudáfrica, informó la agencia de noticias Europa Press.
Los medicamentos aceptados hasta la fecha por la EMA o la OMS son Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen, Sinopharm y Sinovac-Coronavac.
En otra decisión para impulsar el turismo, los europeos no vacunados, que ya podían ir a España presentando una prueba PCR negativa realizada 72 horas antes, podrán ahora ingresar con un test de antígenos, bastante más económico.
En estos momentos, solo las personas procedentes de la India deberán hacer una cuarentena obligatoria de diez, pero también existe una limitación a los viajes desde Brasil o Sudáfrica que, en la práctica, los excluye para poder entrar en España pese a estar vacunados.
Para los profesionales del sector, esta fecha debería marcar el retorno de los turistas extranjeros.
Sin embargo, Reino Unido – uno de los consumidores más robustos del turismo español- decidió la semana pasada mantener a España en su lista de países de riesgo, lo que obliga a sus ciudadanos al regresar a pagarse test PCR y observar una cuarentena de al menos cinco días, desalentando su viaje a las playas españolas, informó la agencia de noticias AFP.
José Luis Prieto, presidente de la Unión de Agencias de Viaje (Unav), esperaba «un repunte grandísimo» este lunes.
«Estuvimos hablando con los turoperadores de Gran Bretaña, Francia y Alemania, que son los tres primeros mercados (para España), y hay una gran demanda de información» sobre la situación española, dijo Prieto a la AFP.
En la andaluza Costa del Sol (sur) y en los archipiélagos de Canarias y Baleares, hoteles y restaurantes reabrieron sus puertas tras meses de cierre, al tiempo que las aerolíneas retomaron sus vuelos hacia varios destinos.
El aeropuerto de Málaga, el más importante de Andalucía, esperaba esta mañana al menos una veintena de vuelos internacionales, desde Berlín, Dublín, Londres.
La decisión británica fue recibida como “un palo” para España, según consideró Darias.
Desde el 24 de mayo, España levantó la exigencia a los británicos, primer contingente de visitantes extranjeros en tiempos normales (18 millones en 2019), de mostrar una PCR negativa para entrar al país, un requisito que tampoco tienen personas que llegan de China o Japón.
«No entendemos por qué» Reino Unido no introdujo en su lista verde de zonas seguras a regiones turísticas como Baleares o Canarias, donde la tasa de incidencia del virus es baja, expresó el viernes la ministra de Turismo, Reyes Maroto.
El Gobierno británico no revisará su decisión hasta dentro de tres semanas, lo que implicará que junio puede ser un mes perdido para el turismo británico, poniendo en duda el objetivo del ejecutivo español de recibir este año 45 millones de turistas.
Entre enero y abril, España registró solo 1,8 millones de turistas extranjeros, según cifras oficiales.
En medio de esta incertidumbre, el turoperador TUI, número uno a nivel mundial, anuló todos sus vuelos a España hasta el 13 de junio.
A partir de hoy, España autoriza de nuevo el uso de sus puertos a los cruceros.
La empresa MSC Cruises anunció que uno de sus barcos zarpará de Barcelona el 26 de junio, mientras que Valencia recibirá la primera embarcación de TUI Cruises el 27.
Muy dependiente del turismo, la española fue en 2020 una de las economías occidentales más golpeadas por la pandemia, con una caída del 10,8% de su PIB.