La Ley Nacional de Diabetes, número 26.914, cubre algunos tratamientos, pero no se actualiza desde hace 4 años, lo que impide que puedan acceder a nuevas tecnologías o medicamentos, según advirtieron desde la comunidad médica.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, se calcula que el 9,8% de los mayores de 18 años tiene diabetes, una enfermedad crónica que se produce por el mal funcionamiento del páncreas; órgano encargado de producir la hormona que regula el azúcar en sangre, conocida como insulina.
En 2013 se sancionó en el país la Ley Nacional de Diabetes en la cual se determinó que el sistema de salud debe garantizar la cobertura total de los tratamientos para esta enfermedad.
La misma debería actualizarse cada dos años, sin embargo, en los últimos cuatro la misma no ha sido revisada, dejando nuevos tratamientos y medicamentos por fuera de la cobertura.
Actualmente existen dos tipos de mayor prevalencia de diabetes que requieren cuidados y tratamientos diferentes.
La diabetes tipo 1 en general a edades tempranas se genera cuando el páncreas deja de producir insulina para el correcto funcionamiento del organismo.
La diabetes tipo 2 tiene una incidencia del 80%, en comparación con el tipo 1 y se produce cuando el organismo no utiliza de forma eficaz la insulina que produce o presenta una disfunción en su producción por parte del páncreas.
Algunas enfermedades como el sobrepeso y la obesidad están asociadas a la diabetes Tipo 2, por lo que se calcula que la misma irá creciendo, a medida que no disminuyan las tasas de obesidad en el país.
Adrián Proietti, director del Instituto Integral de Diabetes y Tecnología aplicada explicó que «para los pacientes con diabetes tipo 1 el tratamiento consiste en suplantar mediante insulina, la hormona que no está produciendo el páncreas de forma natural».
«Estos son los pacientes insulinodependientes que utilizan las lapiceras y o jeringas, para inyectarse insulina. En el caso de los pacientes tipo 2 existen opciones como los anti diabéticos orales o moléculas inyectables no insulínicas», afirmó Proietti.
La diabetes es una enfermedad que aumenta el riesgo de presentar complicaciones o trastornos asociados como pérdida de visión, problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Si los pacientes pueden acceder a los tratamientos adecuados se mejora la posibilidad de controlar la enfermedad y evitar que alcance etapas donde comienzan a tener indicios de complicaciones.
Al largo plazo esto no solo implica una mejora en la calidad de vida del paciente, sino que también el estado puede ahorrar dinero que destinaría a cubrir estas complicaciones.
Como la Diabetes no es solo un problema local, durante el mes de mayo se llevó a cabo en México el «Primer Encuentro Latinoamericano de Asociaciones de Diabetes», del que participaron 22 asociaciones de pacientes y 37 referentes de esta comunidad con el objetivo de compartir experiencias y consensuar cuales son las mejores prácticas para tratar adecuadamente esta enfermedad.
Por Argentina participaron CUI.D.AR (Asociación para el Cuidado de la Diabetes en Argentina) y N.A.Dia (Nueva Asociación Diabetes) de Río Cuarto, dos Asociaciones que trabajan incansablemente por los derechos de las personas que presentan diabetes en Argentina.
Liliana Tieri directora de CUI.D.AR afirmó que «para transformar la atención de la diabetes, es clave el trabajo conjunto entre los principales integrantes del sistema de salud.
Esa es la única manera para encontrar las soluciones que los pacientes necesitan».
Los procedimientos para controlar la diabetes avanzan mucho más rápido que la actualización de la Ley, por lo que muchos tratamientos y nuevas tecnologías ya disponibles no están incluidas en ella y corren por cuenta del propio paciente.
«Si bien podemos decir que Argentina tiene una ley, que otros países no, también luchamos porque a pesar de tenerla, esta no se actualiza conforme a lo que la misma ley indica y tampoco se cumple plenamente, ya que existen resoluciones y normas que limitan su plena cobertura del 100%», agregó la directora de CUI.D.AR, Liliana Tieri.
Uno de los tratamientos que mejoran significativamente la vida de los pacientes con Diabetes Tipo 1 es el uso de la bomba de insulina con sensor continuo de glucosa, que regula de forma sistemática la micro infusión de esta hormona y reduce la cantidad de inyecciones que debe realizarse el paciente.
«Hoy en día solo el 0,7% de pacientes con diabetes tienen acceso a este tratamiento y cerca del 50% lo lograron tras recurrir a recursos de amparo», aclaró Proietti.
La actualización de la Ley permitiría la inclusión de las bombas de insulina y otros medicamentos orales al listado de tratamientos con cobertura. Si bien este tipo de tecnología no es recomendada para todas las personas con diabetes, su uso genera una mejoría en el tiempo que el paciente mantiene el estado de hipo o hiper glucemia, conocido como baja o alta de azúcar.
«La ley tiene zonas grises que permite múltiples interpretaciones. Esto genera que las obras sociales puedan rechazar el uso de nuevos fármacos y dispositivos, lo cual deja a los pacientes en un estado de vulnerabilidad», explicó Proietti.
Para que la Ley se pueda actualizar de manera correcta es necesario analizar la vida del paciente a largo plazo y generar un cambio en la filosofía del sistema de salud.
Las nuevas tecnologías y tratamientos a los cuales podría acceder una persona con diabetes permitirían disminuir los riesgos y complicaciones propias de la enfermedad.
De esta forma, en diez años se podría reducir el gasto que realizan las obras sociales en aquellas enfermedades asociadas a la diabetes.
El desarrollo de estas nuevas tecnologías es posible gracias al trabajo conjunto entre los múltiples integrantes del mundo de la salud.