Autoridades informaron que dicha medida es una respuesta simétrica a "las acciones hostiles de Estados Unidos contra varios empleados de la embajada rusa en Washington"
En uno nuevo capítulo de la escalada diplomática entre Rusia y las potencias occidentales, los diez diplomáticos estadounidenses expulsados por Moscú en respuesta a la expulsión de diplomáticos rusos en Washington, fueron declarados personas no gratas y deberán marcharse antes del 21 de mayo, anunció hoy la Cancillería rusa.
«El 21 de abril, fue convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia el jefe adjunto de la misión diplomática de Estados Unidos en Rusia (Bart) Gorman al que se le entregó una nota que declara personas no gratas a 10 empleados de la embajada de Estados Unidos en Moscú», dice en un comunicado la Cancillería rusa.
La cartera rusa subrayó que dicha medida es una respuesta simétrica a «las acciones hostiles de Estados Unidos contra varios empleados de la embajada rusa en Washington y del consulado general de Rusia en Nueva York, declarados infundadamente personas no gratas».
«En el futuro próximo se emprenderán otros pasos en el marco del paquete de medidas (…) en respuesta a la reciente ‘ola’ de sanciones antirrusas impuestas ilegalmente por Estados Unidos», advirtió el ministerio ruso, según la agencia de noticias Sputnik.
El jueves pasado, Washington impuso sanciones a 32 entidades e individuos rusos y expulsó a 10 funcionarios de la misión diplomática rusa.
Además, la Casa Blanca extendió las sanciones a la deuda soberana de Rusia, al prohibir a las instituciones financieras de Estados Unidos participar en el mercado primario de bonos soberanos rusos.
Con esas medidas Washington pretende castigar a Rusia por su supuesto papel en el ciberataque contra el proveedor de programas informáticos estadounidense SolarWinds y en la interferencia en las elecciones presidenciales de 2020, así como por haber ofrecido presuntamente recompensas a los insurgentes en Afganistán por asesinar a militares norteamericanos.
Desde hace varias semanas, la tensión entre los Gobiernos de Joe Biden y Vladimir Putin no para de crecer.
Biden calificó a Putin de «asesino», impuso nuevas sanciones a Rusia y amenazó con más medidas si ataca a su aliado Ucrania, mientras que Putin respondió a las nuevas sanciones de Estados Unidos -y también de las potencias europeas- con reciprocidad y hoy lanzó una amenaza clara.
«Espero que nadie tenga la idea de traspasar una línea roja con Rusia», declaró y consideró que, para algunos países, «atacar a Rusia por cualquier cosa se ha convertido en una especie de deporte».
El mandatario dio hoy su discurso anual sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento, mientras la policía detenía a decenas de personas en todo el país en protestas a favor del líder opositor encarcelado Alexei Navalny, otro aliado de Estados Unidos y Europa que tensa la relación con Rusia.