Para el reconocido infectólogo la gran cantidad de información recabada durante los últimos 12 meses y la llegada de vacunas cambian el panorama ante la segunda ola
El infectólogo Pedro Cahn, quien integra el equipo médico asesor del Ministerio de Salud, aseguró este domingo que este año hay una «escenario muy distinto al del 2020», ya que hay «mucha más información» y también vacunas «que a medida que van llegando, se van aplicando».
El profesional médico señaló que la situación actual es inquietante por la circulación de nuevas variantes de coronavirus, que aún «no son mayoritarias».
«Tuvimos un momento de descuide importante en diciembre, con el crecimiento de casos en enero. Las vacaciones en general fueron con bastantes cuidados, según dicen las autoridades. Y ahora tenemos esta segunda ola que se veía venir por la experiencia de países vecinos, algunos con ningún cuidado como Brasil y otros con niveles similares al nuestro», expresó.
En declaraciones radiales, Cahn hizo hincapié en la imperiosa necesidad de respetar el distanciamiento y el uso de tapabocas y alcohol en gel.
Dijo que lo ideal sería un confinamiento total «durante tres semanas», pero reconoció que «eso no se pudo hacer en ningún país del mundo».
Por otra parte, Cahn relativizó lo informado sobre la supuesta falta de eficacia de la vacuna Sinopharm china, al sostener que no está «demostrado» que sea así.
Al respecto, dijo que «no sacaría conclusiones sobre un recorte periodístico, ni generaría temores infundados en la población, al tiempo que resaltó que «cualquier nivel de protección es mejor que ningún nivel de protección».
«Si la información demuestra que no sirve, se dejará de usar», explicó, pero aclaró que por ahora no hay ninguna evidencia de un fracaso de la vacuna Sinopharm.
Sobre la polémica respecto de que las provincias o sectores privados pueden comprar vacunas, Cahn apuntó que la ley no lo prohíbe, pero que «el problema es que no tienen quien les venda».
«Hay un nivel muy desproporcionado entre la oferta y la demanda», explicó.
Además señaló que la Argentina «a esta altura ya debería contar con un 15 millones de dosis», y señaló que el abastecimiento ya no depende tanto del Gobierno, ya que los contratos están firmados, sino de la entrega por parte de los proveedores.