El titular del banco de desarrollo dio un paso al costado un año antes de vencer su mandato. El pedido de designar como vicepresidente "a una persona que no reunía las condiciones para el cargo" habría sido el principal motivo de su decisión
El presidente del banco de desarrollo CAF, Luis Carranza, renunció hoy al cargo y denunció «presiones» de la Argentina, en medio de lo que podría convertirse en un escándalo en la región. El CAF es un organismo multilateral clave para financiar obras de infraestructura en Latinoamérica. Carranza se quejó de que los directores por Argentina le solicitaron verbalmente y a través de mensajes escritos a principios de 2020 «designar como vicepresidente a una persona que no reunía las condiciones para el cargo».
«La documentación que prueba esta denuncia está bajo custodia en Secretaría General y a disposición de los miembros del Directorio, si así lo estiman conveniente», señaló.
Según el directivo, no estuvo dispuesto a nombrar al postulante argentino, cuyo nombre no circuló, y ese habría sido el motivo de su dimisión.
«Desde entonces, y de manera continua y manifiesta, la representación de Argentina, a través de una supuesta intención de lograr más transparencia en el proceso de selección de vicepresidente, intenta seguir presionando para evitar el nombramiento del candidato propuesto por Carranza, Bernardo Requena», lamentó él funcionario.
Carranza, por su parte, dijo que el consejo de directores, o el Directorio como lo llaman en el CAF, no avaló la candidatura que propuso.
«Esta decisión responde a mi juicio, en parte, a mi negativa a ceder al interés de algunos países de interferir políticamente en las atribuciones que el Convenio Constitutivo le otorga al Presidente Ejecutivo para designar a sus colaboradores inmediatos», lamentó.
El organismo venía siendo cuestionado por acusaciones de acoso laboral y despidos encubiertos desde 2018.
La denuncia sobre esta situación la encabeza la boliviana Alejandra Claros, ex coordinadora de Secretaría de la CAF, y se acusa a la institución de despido masivos.
Se asegura que desde 2017 se han despedido «o invitado a renunciar» a aproximadamente 100 personas.
De hecho, esta situación llevó a que se designe una comisión investigadora.
Claros dijo en una carta fechada en febrero que se presentaba ante el Directorio «para representar ante ustedes los excesos, abusos, violencia y acoso laboral que la administración de CAF ha estado ejerciendo en contra de los funcionarios, lo que constituye un agravio que la comunidad internacional debería condenar enérgicamente».
Mediante un comunicado, la CAF sostuvo: «El próximo mes de abril, Luis Carranza Ugarte, presidente ejecutivo de CAF –banco de desarrollo de América Latina–, finalizará su mandato».
Indicó que «será casi un año antes de lo previsto, pero dejando una institución fortalecida gracias a una estructura que corresponde a la realidad del tamaño, objetivos y responsabilidades de CAF».
«Estos cuatro años de gestión cierran un ciclo que representa un punto de inflexión en sí mismo, dado que Carranza tuvo como objetivo preservar la institucionalidad de CAF, aumentar su eficiencia y responder a los retos que enfrentan nuestros países», señaló el comunicado.