En medio de protestas y al borde del colapso sanitario, el Senado paraguayo votó una iniciativa para que renuncien al cargo los principales responsables de la cartera
El Senado de Paraguay votó hoy una resolución que “insta” a que dejen sus cargos los tres principales responsables del Ministerio de Salud, una iniciativa que no es vinculante pero que constituye un golpe a la gestión presidencial de Mario Abdo Benítez, en momentos en que la suba de contagiados de Covid-19 pone en riesgo la estructura sanitaria del país.
“Aprobado sobre tablas proyecto de declaración `que insta al ministro de Salud Pública y BS, Julio Mazzoleni; al viceministro Julio Rolón; y al director general de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, a presentar renuncia a sus respectivos cargos’”, señaló la cuenta oficial de la Cámara Alta en la red social Twitter.
Fueron 30 los votos -dos tercios del pleno- a favor de la salida de los funcionarios, jaqueados por la avalancha de nuevos hospitalizados, la falta de insumos que denuncian los profesionales sanitarios y el virtual colapso en el que está el sistema público.
Ayer, la Asociación Paraguaya de Enfermería (APE) exigió al Gobierno la pronta adquisición de insumos y medicamentos, y el Círculo Paraguayo de Médicos consideró que debe disponerse una cuarentena total frente a este estado de insostenibilidad en los servicios públicos.
“La situación en los hospitales es terrible; están colapsados: no hay insumos, no hay medicamentos. Los familiares de los enfermos tampoco tienen más posibilidades de cubrir los costos de los medicamentos. Así que estamos en una situación límite”, afirmó Gloria Meza, presidenta del gremio médico.
Las salas de internación común –como las de terapia intensiva– están atestadas de pacientes de Covid, por lo que el Ministerio de Salud decidió suspender las cirugías programadas.
El país sumó ayer 1.341 casos positivos de 3.551 muestras procesadas, lo que representa 37,7% de positividad y 21 muertes por Covid-19. Hay 1.103 pacientes hospitalizados, 270 de ellos en terapia intensiva. Además, ya suman casi 163.000 casos desde el inicio de la pandemia.
Al cuadro de por sí complicado se agrega que apenas retomada la presencialidad en las escuelas, el Sindicato Nacional de Directores (Sinadi) informó hoy que ya debieron cerrarse 21 establecimientos por contagios.
El viceministro de Salud, Julio Rolón, se acercó hoy al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram) y se quebró tras escuchar testimonios de familiares y médicos que piden medicamentos para los pacientes graves, y hasta pidió disculpas por declaraciones que hizo ayer con críticas al personal.
“Jamás quise ofender a mis compañeros. Me comprometo a buscar soluciones; no vine a buscar ni a decir pretextos. No quise siquiera insinuar lo que ayer salió de mis expresiones», afirmó, según medios digitales de Asunción.
El pedido de renuncia de Mazzoleni, Rolón y Sequera fue impulsada por la bancada del centroizquierdista Frente Guasú y votada incluso por parte del oficialista bloque colorada, que está dividido en cuatro, uno referenciado en el presidente Abdo Benítez, otro en el exmandatario Horacio Cartes y otros dos que se definen como independientes.
El reclamo de salida de los funcionarios tuvo 30 votos, apenas dos votos por el No, 7 abstenciones y 6 ausentes.
Desde el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el principal de oposición, Zulma Gómez cuestionó que “se haya encerrado a la gente y no se haya equipado el sistema de salud, ni realizado una campaña de concienciación ciudadana”, mientras el frentista Hugo Richer, consideró que si Abdo Benítez “fuera un presidente no colorado ya estaría en la calle”.
Evaluó que se necesita “urgentemente un acuerdo político”, que debería comenzar “como gesto con la renuncia del ministro de Salud”.
Varios sectores promueven para mañana, vía redes sociales, una concentración bajo el lema “Estoy Para El Marzo 2021”, frente al Congreso Nacional, para protestar por la falta de insumos y medicamentos y el posible aumento del precio del pasaje, entre otros motivos.
El uso de “Marzo” remite al 23 de marzo de 1999, cuando en un atentado fue asesinado el entonces vicepresidente Luis María Argaña y un guardaespaldas, hecho que dio paso al llamado “Marzo paraguayo” con protestas y violencia callejera, las más graves desde el retorno de la democracia. Hubo 7 manifestantes muertos, aparentemente por francotiradores, y cerca de 500 heridos.