Juan Martín Mena, secretario de Justicia de la Nación, afirmó que la Corte Suprema "funciona con anomalías" y agregó: "Hay un consenso de que la Justicia funciona mal"
El secretario de Justicia, Juan Martín Mena, advirtió hoy que la Corte Suprema «funciona con anomalías» y reclamó que los jueces se saquen «las ganas de jugar a la política».
«Hoy la Corte Suprema funciona en forma anómala. No me satisface en lo personal que con una mayoría de tres personas la Corte defina el destino judicial del país», sostuvo el funcionario nacional.
En declaraciones radiales, el número dos del Ministerio de Justicia consideró que «hay que reordenar el funcionamiento de la Corte», ya que alertó que «tienen 30 mil causas por año».
En ese sentido, Mena afirmó que «hay un consenso de que la Justicia funciona mal», ante lo cual destacó que «hay que volver a los cauces normales».
«Los jueces se tienen que sacar las ganas de jugar a la política», remarcó el secretario de Justicia.
Ante esa visión, el integrante del Gobierno indicó que la reforma judicial va a estar compuesta de numerosas leyes y precisó que «una es la reforma de la estructura y de reordenamiento de competencias, que ya se envió al Congreso, pero después habrá más» proyectos legislativos sobre el tema.
Asimismo, Mena se quejó de que «la judicialización de algunas decisiones del Gobierno se ha expandido anómalamente en los últimos años», en alusión a la decisión de la jueza Beatriz Aucar de Trotti de suspender la vigencia de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ILE) en Chaco.
«Parece que algunos jueces sufren una especie de hipertrofia del poder. Se sienten por encima del Poder Ejecutivo y Legislativo», lamentó el funcionario nacional.
Y recordó: «Durante el segundo Gobierno de Cristina (Kirchner) hubo un bombardeo de fallos judiciales para impedir la aplicación de políticas. Los jueces no deciden qué leyes gobiernan el país. Eso está mal. Eso es inconstitucional».
Finalmente, el secretario de Justicia aseguró que hay «presos políticos de factores de poder real» y exigió «que se revisen actuaciones judiciales».
«Hay que investigar las irregularidades en esas causas. Hubo enormes arbitrariedades en los procesos judiciales: jueces pagados y testigos comprados. Esos eran los brazos armados de la persecución», señaló Mena, quien descartó que se esté pensando en impulsar indultos.
«La discusión sobre indulto la armaron desde la oposición para distraer. En términos personales, rechazo el indulto porque admitirlo sería admitir culpabilidad», finalizó.