La imposición de un toque de queda ha generado resistencia por parte de personas reticentes a obedecerlo. Al menos 100 personas fueron arrestadas el domingo, el primer día de manifestaciones
Varias ciudades de Holanda fueron escenario de una segunda noche de disturbios en el marco de protestas contra la imposición, este fin de semana, de un toque de queda para luchar contra la pandemia de COVID-19.
El sábado entró en vigor en Holanda la primera medida de esta naturaleza -se extiende entre las 09:00 PM y las 04:30 AM- por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, y estará vigente hasta al menos el 9 de febrero.
Importantes grupos de personas han tomado las calles desde entonces para mostrar su descontento con la medida. Y por segunda vez en igual cantidad de días, se han producido destrozos y enfrentamientos con la policía.
La policía antidisturbios, que recurrió al uso de cañones de agua, se enfrentó con grupos de manifestantes en la ciudad portuaria de Róterdam, así como en la pequeña ciudad de Geleen (sur), cerca de Maastricht, reportaron la policía y medios de comunicación.
Algunos reportajes mostraban a la policía persiguiendo a los alborotadores en La Haya y en Bolduque (sur). Más de 70 personas habían sido arrestadas hacia las 10 PM (hora GMT), según la cadena holandesa NOS.
La policía de Geleen había indicado previamente en un tuit: “hay una confrontación entre la policía, la policía antidisturbios y jóvenes alborotadores que están tirando fuegos artificiales”.
En Róterdam, la policía uso un cañón de agua para desperdigar a los manifestantes, según NOS. El alcalde de la ciudad, Ahmed Aboutaleb, publicó un decreto de emergencia en el que ampliaba los poderes de la policía para realizar arrestos.