Rebelo de Sousa, de 72 años, obtenía 61,45% de los sufragios, de acuerdo con los resultados publicados por la Administración Electoral del Ministerio de Administración
El presidente de Portugal, el conservador moderado Marcelo Rebelo de Sousa, fue reelecto este domingo en primera vuelta para los próximos cinco años con más de 61% de los votos, según los resultados oficiales con 98,62% del escrutinio completado.
Con una abstención sin precedentes, cercana a 62% del padrón, las elecciones se realizaron en medio del estricto confinamiento dispuesto para contener el avance del coronavirus, que ayer provocó un nuevo récord diario de contagios y muertes.
Rebelo de Sousa, de 72 años, obtenía 61,45% de los sufragios, de acuerdo con los resultados publicados por la Administración Electoral del Ministerio de Administración Interna en su sitio web.
Detrás de él había una pugna ajustada por el segundo puesto, en el que a último momento se ubicaba la exdiputada eurosocialista Ana Gomes, del Bloque de Izquierda, con 12,40% de los votos, seguida por el diputado ultraderechista André Ventura, con 11,93%.
De ese modo, Gomes cumplía -aunque menos holgadamente- el desempeño que le habían vaticinado las últimas encuestas de intención de voto y que parecía perdido a medida que avanzaba el escrutinio oficial.
Una de las grandes incógnitas de esta jornada era precisamente el nivel de participación, dado que el país, con un padrón de 6,4 millones de votantes, está sumido desde hace 10 días en un segundo confinamiento general para contener la explosión de casos de coronavirus que ayer registró un nuevo récord diario de casos y muertes, y hoy tuvo en el ministro de Defensa, João Gomes Cravinho, al quinto miembro del gabinete infectado en los últimos 10 días, según el diario lisboeta Correo de la Mañana.
La concurrencia, según la autoridad electoral, era de 38,24%, por lejos la más baja de las 10 elecciones presidenciales realizadas bajo la Tercera República creada en 1976, tras el derrocamiento de la prolongada dictadura del abogado y economista António de Oliveira Salazar.
Hasta hoy, solo en tres de los nueve comicios anteriores (2001, 2011 y 2016) había votado menos de la mitad del padrón y la menor concurrencia se había registrado en 2011, con 46,63%.
Los sondeos indicaban que el actual jefe del Estado lograría la reelección en primera vuelta -igual que sus cuatro antecesores desde que Portugal recuperara la democracia en 1976-, por lo que la incógnita residía en si Ventura lograría dar la sorpresa y llegar segundo, por delante de Gomes.
Durante la campaña, Ventura dijo que quería “aplastar a la izquierda”, como califica al Partido Socialista del primer ministro António Costa y a otras fuerzas que representan tres de los siete candidatos, y demostrar que el avance de la extrema derecha en el país es una realidad.
Con 1,3% de los votos en las legislativas de 2019, este abogado y comentarista deportivo de 38 años se convirtió en el único diputado del partido antisistema Chega (Basta), que él mismo fundó tras militar en el Partido Social Demócrata (PSD) de Rebelo de Sousa.
Según las últimas encuestas, el mandatario tenía una intención de voto de 58% contra 15% de Gomes y un poco más de 10% de Ventura.
“La gente puede elegir varias horas hasta que cierren las urnas y venir a votar sin problema ni preocupación, lo que podría resultar del flujo inesperado de hace una semana”, aseguró, tranquilo y confiado, Rebelo de Sousa tras emitir su voto en la ciudad de Celorico de Basto, en el norte del país.
La elección del presidente, que desempeña funciones protocolares y no ejecutivas, no fueron aplazadas porque la Constitución establece que no pueden ser suspendidas por ningún motivo, de modo que los ciudadanos gozaron de un permiso especial para votar dentro de la cuarentena vigente, casi tan estricta como la que rigió el año pasado.
Con el resultado de los comicios de hoy se mantendrá la convivencia iniciada en 2015 entre Rebelo de Sousa, que pertenece al PSD, de centroderecha, y el primer ministro Costa, del PS, de centroizquierda, también ratificado en su cargo tras las elecciones parlamentarias de 2019.
“Tanto el primer ministro socialista como el presidente socialdemócrata son ideológicamente moderados y personalmente afables; además, en Portugal las candidaturas presidenciales no son partidarias sino personales, y el primer ministro apoyó públicamente la reelección del presidente”, explicó a Télam el politólogo argentino Andrés Malamud, quien trabaja como investigador en la Universidad de Lisboa.
Una vez cumplido el trámite electoral, para el gobierno “la prioridad número uno es la pandemia y, después, la reconstrucción económica”, porque “la economía era estable pero saldrá malherida de la pandemia”, según Malamud.
De acuerdo con el análisis del politólogo argentino, Portugal tendrá una ventaja comparativa para esa tarea debido a que “la relación con los socios regionales es impecable y las ayudas económicas de la Unión Europea quizás sean mayores incluso de lo que el país puede digerir”.