Organizaciones sociales repudiaron el "vil" asesinato de Norbey Rivera, líder social y defensor de los derechos humanos, ocurrido este jueves
Organizaciones sociales colombianas denunciaron hoy el homicidio del defensor de los derechos humanos Norbey Rivera, cuya muerte violenta cierra un año en el que más de 300 líderes sociales fueron asesinados en Colombia.
La Asociación Campesina de Trabajadores de Argelia (Ascamta) condenó el «vil» asesinato de Rivera, líder social y defensor de los Derechos Humanos de Popayán, en el departamento colombiano del Cauca.
En un comunicado. Ascamta subrayó que «pocos como él han dedicado su vida a las causas sociales» y recordó que el líder social ya había recibido amenazas de muerte en el pasado, «razón por la que se había desplazado a la ciudad de Popayán, donde posteriormente fue asesinado».
«Las organizaciones sociales, los líderes y lideresas hemos recibido constantes amenazas por parte de grupos armados que disputan el territorio», explica el texto, que fue recogido por la agencia de noticias Europa Press.
Asimismo, alerta que otras organizaciones sociales también fueron amenazadas y algunos de sus líderes asesinados y despojados.
En este sentido, remarcaron que hay un «ensañamiento por parte de grupos armados contra la población civil» y que pese a las reiteradas denuncias que realizaron no obtuvieron ningún tipo de «protección» por parte de las «entidades encargadas».
Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Rivera se desplazaba en un vehículo por el barrio La Ladera cuando fue interceptado por los presuntos asesinos, que le propinaron varios disparos.
Los datos de Indepaz señalan que a lo largo de 2020 fueron asesinados 309 líderes sociales en Colombia, 97 de ellos en el departamento de Cauca, que se convirtió en uno de los territorios más hostiles para los líderes sociales y defensores de los Derechos Humanos.
Tras conocer la noticia, la senadora por el partido heredero de las extintas FARC Sandra Ramírez lamentó que este tipo de actos ocurran «ante la mirada cínica y cómplice» del Gobierno de Iván Duque.
La organización Somos Defensores publicó en noviembre un informe en el que asegura que el 48% de los asesinatos son perpetrados por «desconocidos», mientras que otro 30% por paramilitares.