Por unanimidad, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 8 de Lomas de Zamora emitió hoy una sentencia condenatoria sobre Daniel Lagostena por el crimen de su pareja, Érica Soriano, quien está desaparecida desde hace casi ocho años.
En tanto, el próximo viernes, el tribunal integrado por los jueces Darío Bellucci, Juan Manuel Rial y Victoria Ballvé dará los fundamentos de la sentencia y la cantidad de años de prisión que recibirá el condenado.
Lagostena había llegado al juicio, iniciado el 4 de junio pasado, como acusado de «homicidio simple en concurso real con aborto en contexto de violencia de género» por el crimen de su pareja, quien se encontraba embarazada cuando desapareció en agosto de 2010.
La fiscal Mariana Rocovich y el abogado de la familia Soriano, Marcelo Mazzeo, habían pedido 25 años de prisión, mientras que la defensa solicitó la absolución por el beneficio de la duda.
Tras conocerse la decisión de los jueces, María Ester Romero, madre de la joven, dijo que su hija «ya descansa en paz para siempre».
«Ya está, ya está, lo que sea después estará bien. Érica descansa en paz siempre, esto tiene que ver con esclarecer la verdad. Estoy totalmente agradecida de haber llegado a esta instancia, que años anteriores sería impensada», expresó.
Por su parte, el abogado Mazzeo advirtió que la expectativa es que se tomen en cuenta los agravante y se le de la máxima pena contemplada en un «homicidio simple», que es de entre 23 y 25 años de prisión.
«No sabemos como la mató, ni con qué la mató, pero sí que la mató», resaltó el letrado, que además sostuvo que Lagostena incurrió en «violación contra los derechos de la mujer, destruyó el cuerpo de Érica y ocultó pruebas».
Érica Soriano estaba embarazada de dos meses cuando fue vista por última vez con vida, el 20 de agosto de 2010, mientras que Lagostena permanece detenido desde mayo de 2016.
Las sospechas apuntadas por la fiscal Marina Rocovich consisten en que Lagostena mató e hizo desaparecer a su pareja con la complicidad de personas vinculadas a casas crematorias, con las que tenía contacto por medio de su familia, propietaria de un establecimiento del rubro.