Maurice Jewel Taylor Sr., un entrenador personal de 34 años, fue acusado de asesinato y abuso infantil en Lancaster, al norte de Los Ángeles
Un hombre fue acusado de asesinar a su hijo de 12 años y a su hija de 13 años en un horrible incidente en Lancaster, al norte de Los Ángeles, que está bajo investigación de las autoridades.
Maurice Jewel Taylor Sr., un entrenador personal de 34 años, fue acusado de asesinato y abuso infantil bajo circunstancias que puedan causar lesiones corporales graves o la muerte.
«Taylor está acusado de apuñalar fatalmente a Maliaka T., de 13 años, y a Maurice T., de 12, el 29 de noviembre», de acuerdo con la acusación presentada. Sin embargo, las autoridades hallaron los cuerpos de las víctimas el 4 de diciembre, cinco días después del homicidio, según información suministrada por el LASD.
Además, Taylor presuntamente obligó a sus otros dos hijos de 8 y 9 años a «ver sus hermanos asesinados y se les obligó a permanecer en sus habitaciones durante varios días y sin comida», dijeron los fiscales. La madre de las víctimas está siendo interrogada.
Taylor Sr. podría enfrentar desde 57 años de cárcel hasta cadena perpetua en una prisión estatal, si es declarado culpable de los cargos, según la Fiscalía del Distrito del Condado de Los Ángeles.
El alcalde de Lancaster, R. Rex Parris, dijo al diario Los Angeles Times que los jóvenes fueron decapitados y la Fiscalía lo confirmó el martes. Las víctimas fueron identificadas por el forense del condado de Los Ángeles como Maurice Taylor Jr., 12, y Malaka Taylor, 13.
Las muertes de los niños se reportaron a las 7:50 a.m. del viernes en la casa de la familia en la cuadra 45000 de Century Circle en Lancaster. Ambos niños tenían aparentes “laceraciones y heridas de arma blanca”, según el reporte oficial.
Una mujer, presuntamente la madre de las víctimas, y otras dos niños de la casa fueron interrogados por detectives de homicidios, según el departamento del alguacil. Los cargos de abuso infantil se refieren a los niños de 8 años y 9.
Taylor trabajaba en un centro de fisioterapia en Santa Mónica, pero había estado realizando sesiones de formación a través de Zoom debido a la pandemia de coronavirus.
Algunos de sus clientes se comunicaron con las autoridades cuando no pudieron localizarlo para citas programadas en la semana previa al descubrimiento de las víctimas.
El acusado se encuentra detenido bajo una fianza de $4.2 millones.