Varios países del continente anunciaron restricciones para festejar navidad y año nuevo, a raíz de la segunda ola de coronavirus
Europa alistaba este martes planes para limitar las fiestas de Navidad y Año Nuevo por el coronavirus, pese a avanzar en su desconfinamiento a la espera de un pronto inicio de las vacunaciones masivas, mientras Estados Unidos redoblaba restricciones de cara a un fin de semana largo de viajes y reuniones familiares.
A casi un año del inicio de la pandemia, más de 59,5 millones de personas resultaron infectadas por la Covid-19 y más de 1,4 millones fallecieron en todo el mundo, según el recuento permanente de la Universidad Johns Hopkins (JHU).
A un mes de la Navidad, varios países europeos anunciaron hoy sus planes para celebrar unas fiestas de fin de año particulares, limitadas por la segunda ola de coronavirus que atraviesa la región.
En España, uno de los países más golpeados por el brote en el continente, el Gobierno propondrá a las regiones un plan para las fiestas de Navidad y Año Nuevo que prevé limitar las reuniones y comidas familiares a seis personas y retrasar el toque de queda nocturno a la 1 de la madrugada los días 24 y 31 de diciembre.
El Ejecutivo presentará en las próximas horas el borrador de este protocolo sanitario para la Navidad, que adelantó el diario El Mundo, en la reunión del Consejo Interritorial con los representantes de Sanidad de las Comunidades Autónomas esta semana.
«Esta temporada navideña debemos considerar modificaciones en los planes navideños para reducir la propagación de la Covid-19 y mantener a las amistades, familias y comunidades sanas y seguras», recoge el documento.
El borrador aconseja que las reuniones sociales se hagan en el exterior y que se mantengan las medidas de higiene para prevenir contagios, como el uso de tapabocas, la ventilación de espacios y la distancia física.
En la vecina Francia, el presidente Emmanuel Macron declaró hoy que el próximo 15 de diciembre «el confinamiento podrá levantarse» si las condiciones sanitarias lo permiten y se remplazará por un toque de queda de 21 a 7 en todo el territorio, que será exceptuado para las noches de Navidad y Año Nuevo, cuando la circulación será «libre», reportó el vespertino Le Monde.
En tanto, en Alemania, los gobernadores de las regiones acordaron limitar a diez el número de participantes en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, de cara a la reunión que mantendrán mañana para discutir el tema con la jefa de Gobierno, Angela Merkel, informaron hoy medios locales.
Según informó el canal de noticias privado n-tv, el acuerdo preliminar, alcanzado ayer por los jefes políticos de los 16 estados federados, excluye a los niños menores de 14 años de la regla de los 10 participantes en las reuniones de Navidad y Año Nuevo.
La restricción estaría en vigor desde el 23 de diciembre hasta el 1 de enero, según proponen las regiones, que aconsejan poner en cuarentena a los participantes antes y después de las vacaciones, informó por su parte la agencia de noticias alemana DPA.
En Italia, el primer ministro Giuseppe Conte adelantó hoy que el Ejecutivo trabaja para establecer «medidas ad hoc» de cara al período de Navidad, en el que el Gobierno busca mantener las restricciones, pero de forma más flexible para no afectar al comercio.
«No nos podemos permitir repetir lo que pasó en verano, de consentir toda ocasión de sociabilidad», agregó el premier, en referencia a las aperturas de julio y agosto, tras la primera ola de coronavirus, pero que sentaron las bases para el rebrote iniciado a fines de septiembre.
Asimismo, Conte escribió en la red Twitter que, en un diálogo con la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen, se acordó avanzar en una «coordinación europea de las medidas sanitarias sobre la Covid-19 en ocasión del período navideño».
También en el Reino Unido, los líderes de los distintos territorios que integran el país intentan acordar reglas comunes para la época navideña, según informó la cadena de noticias británica BBC.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ya avisó ayer que la Navidad de este año sería diferente.
«No puedo decir que la Navidad será normal este año», afirmó, y señaló que el coronavirus «no va a otorgar una tregua navideña».
Los premiers de Gales y Escocia, Mark Drakeford y Nicola Sturgeon, respectivamente, manifestaron su esperanza de que pueda acordarse un marco «común».
Sin embargo, Drakeford advirtió que cualquier libertad que se otorgue a la ciudadanía no significará que puedan hacerse «cosas arriesgadas».
Sturgeon, por su parte, enfatizó que cualquier cambio en las restricciones actuales será «temporal» y «limitado» e insistió que el Gobierno de Escocia «continuará pidiendo a la gente» que sea precavida.
El clima festivo ya se palpitaba en Estados Unidos, donde autoridades estatales y locales anunciaron nuevas restricciones ante el temor de una explosión aún mayor de casos y en medio de la resistencia de la gente a limitar reuniones y viajes antes de un fin de semana extralargo.
El país más afectado por la pandemia está atravesando su tercer y peor pico de contagios desde el inicio de su brote y promediando unos 172.000 casos por día, casi el doble que a fines de octubre, según datos de JHU.
Las hospitalizaciones y las muertes por la enfermedad, así como la tasa de positividad de los test, también están en fuerte alza mientras el país se acerca al Día de Acción de Gracias, el próximo jueves 26, una de las principales festividades de Estados Unidos.
En respuesta, autoridades están imponiendo medidas que, salvo algunas pocas excepciones, no llegan al extremo de impedir a la gente salir de sus casas o de ordenar el cierre de comercios, como se hizo durante el primer pico, de marzo a junio.