El ex presidente opinó que "no hay ninguna razón epidemiológica" para seguir demorando la apertura de las escuelas
El ex presidente Mauricio Macri cuestionó este domingo duramente al Gobierno nacional por «mantener cerradas las escuelas después de una cuarentena larga, ineficaz y destructiva». El ex mandatario se preguntó: «¿Qué señal misteriosa espera para abrir las escuelas?».
«¿Por qué el gobierno nacional insiste en mantener cerradas las escuelas, después de una cuarentena larga, ineficaz y destructiva? Nuestros chicos tienen que volver a clase lo antes posible. No hay ninguna razón epidemiológica para seguir demorando la apertura de las escuelas, con los protocolos necesarios», opinó.
En una extensa carta, Macri aseguró que «en el mundo ya existe un amplio consenso sobre la ineficacia de cerrar las escuelas para combatir el virus, basado en decenas de estudios científicos».
En este sentido, mencionó que «la OMS y Unicef dijeron esta misma semana que las escuelas deben permanecer abiertas, aún durante la segunda ola del virus en Europa», y que «las escuelas no son un lugar de contagio relevante». .
«En nuestro país, en cambio, el Gobierno Nacional todavía se niega a permitir la reapertura. Su único argumento es el riesgo sanitario, a pesar de la evidencia científica y las recomendaciones internacionales en contra. ¿Por qué mantiene encerrados a los chicos y les prohíbe acceder a derechos fundamentales como la educación y la convivencia con otros de su edad?», reiteró el ex presidente.
Para el líder de Juntos por el Cambio, «encerrar a los niños fue un error no sólo académico y social sino también sanitario, porque debilitó su sistema inmunológico».
«Esto va a generar que el año que viene, cuando vuelvan a salir después de tantos meses en sus casas, sufran más enfermedades respiratorias o diarreas, entre otras, porque van a estar peor preparados», conjeturó.
A su criterio, «la educación virtual no ha logrado reemplazar el proceso de aprendizaje, a pesar del esfuerzo enorme de los docentes y las familias».
Por otro lado, señaló que la ausencia de clases en espacios presenciales «dañó el bienestar emocional de los chicos» y provocó el aumento de «la desigualdad y el riesgo de abandono escolar, sobre todo en los estudiantes más vulnerables».
«Los datos de la última prueba PISA nos muestran que casi uno de cada tres estudiantes de las escuelas con menos recursos no tiene un espacio de estudio en el hogar. En las escuelas más favorecidas, a sólo uno de cada diez le pasa lo mismo», precisó.
Macri también dedicó críticas a las organizaciones gremiales docentes por «perder la capacidad de reacción» ante la «catástrofe» educativa que se está produciendo.
«Durante mi mandato, los líderes gremiales reaccionaban enseguida ante cualquier supuesta amenaza a la educación pública. Ahora perdieron la capacidad de reacción, no se inmutan ante esta catástrofe que estamos viviendo. ¿Qué intereses defienden? ¿A quién representan? Por momentos parece haber un pacto entre los sindicatos y el Gobierno para acompañarse en la decisión de mantener las escuelas cerradas», fustigó.
En su misiva, defendió a la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, por plantear abiertamente la postura de abrir las escuelas y generar así un «punto de partida» para «mejorar la calidad de la educación argentina».
«Debemos dialogar también sobre las oportunidades que nos deja la experiencia de este año en relación al uso de tecnologías en las aulas, la enseñanza de habilidades blandas y la posibilidad de virar hacia modelos escolares con regímenes académicos más flexibles», consideró.
En esta línea, llamó a invertir esfuerzos desde el Estado para «seguir garantizando la conexión a Internet en las escuelas» siguiendo el camino que, según dijo, inició el Gobierno de Cambiemos.
«Mientras tanto, ¿qué señal misteriosa espera para abrir las escuelas este gobierno de clausuras, que hizo de la postergación de decisiones su principal política en todas las áreas?», preguntó con sorna.
«Soy optimista sobre el futuro de nuestra educación, porque hay docentes y familias que se expresan con convicción en la defensa de una escuela que impulse la movilidad social y sea fuente de esperanza y oportunidades. Ése es el debate que queremos dar. Pero tiene que ser con las escuelas abiertas. No hay razón para seguir esperando», finalizó