CLG dialogó con comerciantes de la zona, quienes relataron la crítica situación que están atravesando producto de una pronunciada merma en las ventas
El emblemático y popular bar Gigante, con casi 20 años de historia en el centro rosarino, no soportó la crítica situación económica que se generó durante la pandemia y cerró sus persianas a fines de octubre. Pero no es un caso aislado, sino que se repite por toda la Peatonal San Martín.
En ese marco, CLG recorrió la Peatonal y dialogó con distintos comerciantes del lugar, quienes relataron la difícil situación que están atravesando.
“La venta ha caído muchísimo. Estamos sobreviviendo. El Estado nos ha dado muchas facilidades, con respecto a créditos, el ATP, pero son cosas que a largo plazo hay que devolverlas. Es para salir ahora, pero es un ancla que tenés para más delante y no sabes como vas hacer. Vivimos día a día”, indicó una de las comerciantes.
Silvia también comentó que a la baja de las ventas por la pandemia, se le sumó el paro de colectivos. “Llega poca gente”, dijo.
Al ser consultada sobre las fiestas navideñas, la comerciante señaló: “Hay mucha cautela para estas fiestas. Intentamos con lo poco que tenemos comprar lo que más podamos para este momento, el año pasado fueron muy difíciles las ventas navideñas, hemos vendido muy poco”.
Otra de las comerciantes aseguró: “Las ventas bajaron mucho. En un principio no vendíamos absolutamente nada, no llegábamos a vender $1.500 al haber poco movimiento de gente”.
La mujer que trabaja en un comercio de cotillón relató que tuvieron que implementar otras estrategias para sobrevivir. “Tuvimos que ir incorporando repostería, golosinas para ver qué podíamos vender y poder mantener la fuerza de trabajo, aportando para que no se cerrara el negocio. De a poco, con un poco más de movimiento, se va subiendo un poco las ventas pero es insignificante a lo que era a su momento. A esto, le agregamos el paro de colectivos. Estamos en la lucha constante”, sostuvo.
Sobre las ayudas estatales, la mujer se mostró preocupada por la suspensión de las mismas. “A partir de ahora ya lo sacan y eso hace más difícil que cada empleado pueda cobrar su sueldo porque hay que esperar las ventas”, dijo.
Finalmente, otra mujer aseveró: «Vemos que muchos comercios están cerrando pero pienso que se va a ir reacomodando de a poquito».
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