CLG dialogó con Milton Ríos del Merendero Granito de Arena, Carina Lencina del Comedor Los Peques de la Travesía y Daniel Gallardo del Comedor Los Pekes que contaron sus experiencias
Los meses de aislamiento por la pandemia de coronavirus han tenido un impacto negativo para gran porción de la sociedad. Muchos vieron mermadas las posibilidades de ganarse la comida de cada día y necesitaron de la ayuda y la solidaridad de otros. Allí estuvieron los merenderos y comedores, a pesar de las dificultades y adversidad, encontraron una manera de ayudar cuando los vecinos más lo necesitaban. CLG dialogó con Milton Ríos del Merendero Granito de Arena, Carina Lencina del Comedor Los Peques de la Travesía y Daniel Gallardo del Comedor Los Pekes que contaron sus experiencias.
«Fue un año muy complicado», explicó Ríos para comenzar. «Nosotros veníamos trabajando con varias temáticas, una de las más importantes era de la de la juventud con el tema de las adicciones y la no violencia contra las mujeres. Con la pandemia tuvimos que parar con esas actividades educativas», continuó.
Desde Granito de Arena, en este contexto decidieron comenzar a hacer «una olla popular de comida». «Estamos haciendo 150 litros de alimentos para la cena», detalló. Además, siguen con la tradicional merienda.
Por otra parte, hubo ciertas actividades con las que pudieron continuar a pesar de las restricciones: «Estamos con el programa futuras mamás. Desde el embarazo hasta el primer año del bebé. Y también tenemos talleres, de a cinco personas a la vez, los viernes de género y diversidad».
Así y todo, Ríos sostuvo: «Tuvimos que adaptarnos muchísimo a lo que es la pandemia y los protocolos». Y remarcó: «En los últimos meses del años esperamos poder seguir llegando a los vecinos como lo estamos haciendo ahora porque no hay avance de que esto termine».
«La gente es solidaria y cuando empezó la pandemia, gracias a la solidaridad de los vecinos, pudimos llegar a un montón de gente que hoy está contenida», contó. Entonces, resumió: «El balance de este 2020 es que estamos pasando por una crisis económica, sanitaria y de salud que la clase media baja está padeciendo más que otras. Cuando te dicen ‘Quedate en casa’ es muy contradictorio porque hay gente que no puede, porque si se queda se muere de hambre».
«Sinceramente, fue muy difícil esto», dijo Lencina, en sintonía con el análisis de Ríos. En el Comedor Los Peques de la Travesía, «aumentó la cantidad de gente y se agregó otro día de entrega de alimentos».
«Nosotros solamente contamos con ayuda del Banco de Alimentos y de la gente. Todo lo que hacemos lo hacemos a pulmón, y la verdad que ha sido re difícil«, remarcó. A lo que agregó: «Gracias a Dios y la gente que nos ayudó pudimos seguir entregando la comida».
En esa misma línea, reveló: «Hubo un tiempo que estuvo muy difícil y la gente nos decía que teníamos que cerrar, pero no tuve coraje». «Ahora es el momento que más nos necesita la gente. Para mí era como dejar sin un plato de comida a mi hijo. Fueron unos meses complicados», enfatizó. Lencina señaló: «Nos pudimos sostener, pero estamos en la lucha, porque siempre faltan alimentos».
De cara a lo que queda del año, contó: «Estamos pensando en hacer una colecta navideña para que todos tenga un plato de comida y un juguete. Tratamos de seguir adelante y de lograr una buena navidad para cada familia. Hay mucha gente que lo necesita». Por lo que invitó a las personas a estar atentas a las redes sociales del comedor y por cualquier consulta comunicarse con ella al 341 6137699.
«Le pedimos a la gente que nos ayude, porque dependemos de ellos», solicitó. Y cerró: «Tratamos de hacer todo lo posible para ayudar a la gente».
Gallardo, por su parte, manifestó que en Los Pekes también tuvieron un aumento de demanda: «Se sumó mucha más gente en este tiempo, antes teníamos unos 150 chicos y ahora le estamos dando también a sus familias». Ellos trabajan de lunes a viernes y entregamos la comida al mediodía.
Respecto de los cuidados, indicó: «Acá la gente que colabora en el comedor trabaja con barbijos, con alcohol y limpieza general. Con la gente que retira tienen que venir todos con barbijos, sino los mandamos a la casa a buscarlos, y mantenemos la distancia».
A su vez, reveló que se les «está complicando mucho para conseguir los alimentos». «A veces no tenemos para cocinar», alertó. Y detalló: «Provincia nos manda mercadería no perecedera una vez al mes, pero al sumar tanta cantidad de gente no nos alcanza. Tenemos que salir a conseguir otros alimentos. El Sindicato de Luz y Fuerza nos da un cajón de pollo por semana también».
«Ojalá que esta pandemia se termine pronto, porque el año que viene va a ser muy difícil», sostuvo. Y finalizó: «Mucha gente perdió el trabajo que tenía, porque después de mucho tiempo sin abrir, las pequeñas empresas o negocios han tenido que cerrar. Está pasando muchas necesidades la gente«.