El presidente dará a conocer nuevas medidas que se prefiguran "impopulares" esta tarde
Francia podría anunciar este miércoles un reconfinamiento general, aunque menos estricto que el de la pasada primavera, ante una cruda segunda ola de la pandemia de coronavirus, luego de que las autoridades informaran el martes de 300 muertos en hospitales. El presidente francés, Emmanuel Macron, anunciará a las 20 (las 16 en Argentina) nuevas medidas que se prefiguran «impopulares», según un consejero ministerial.
El dirigente del partido gubernamental La República en Marcha (LREM), Stanislas Guérini, justificó por adelantado el ya probable reconfinamiento. «Se necesitan medidas fuertes, medidas potentes, comprensibles para todos los franceses, nacionales probablemente», dijo al canal de televisión France 2.
El martes, más de 2.900 enfermos de Covid-19 estaban ingresados en cuidados intensivos, es decir la mitad de la capacidad actual (5.800 camas) de estos servicios. En la página oficial del gobierno, las autoridades dieron cuenta de 288 muertos en los hospitales el martes para las 24 horas previas, y 235 en residencias para ancianos en los últimos cuatro días.
Las cifras elevaron a 35.541 el total de fallecidos en Francia desde el inicio de la pandemia. En los momentos más duros de la primera ola, en abril, se registraron más de 700 muertos algunos días, sumando hospitales y residencias.
Para Philippe Juvin, jefe de urgencias del hospital parisino Goerges-Pompidou, un reconfinamiento es inevitable. «Hay que tomar esta medida, cierto», dijo en la radio RTL. «Estamos ante una curva que asciende bastante rápido (de 30 a 50.000 nuevos casos por día) y hay que tomar medidas ahora porque podrían tomarlas demasiado tarde si esperamos por ejemplo ocho días», añadió, señalando «un riesgo de desbordamiento del sistema de salud».
El presidente de la Federación de Hospitales de Francia, Frédéric Valletoux, señaló que el toque de queda de 21 a 6 impuesto para 46 millones de franceses «no dio los resultados» esperados.
El reconfinamiento podría ser menos estricto que el de la primavera boreal, con escuelas que seguirían abiertas, así como los servicios públicos y comercios esenciales. Debe «responder al objetivo de limitar los contactos físicos, pero al mismo tiempo la economía y también la sociedad deben seguir funcionando», declaró Juvin, pidiendo encontrar el «buen nivel» de equilibrio.