CLG dialogó con el rosarino Walter Lastra, secretario general de Acara Motos, quien habló sobre los problemas de stock y el impacto de la brecha cambiaria: ¿las motos se abarataron?
Este 2020 sin lugar a dudas ha sido un año negro para la economía argentina y mundial. La pandemia tuvo un impacto directo sobre la producción de distintos bienes y servicios, incluidas las motos. Durante los primeros meses de aislamiento la producción e importación de motos en el país se vio notablemente afectada, lo que se traduce en que actualmente las concesionarias están teniendo problemas para satisfacer una creciente demanda.
Es que según informaron la Asociación de Concesionarias de Automotores (Acara) y la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam), las motos patentadas durante septiembre alcanzaron las 29.530 unidades, lo que representó una recuperación del 49,5% en comparación con el mismo mes de 2019, y un incremento del 8,68% respecto de este último agosto. Sin embargo, la falta de importación y ensamblado de nuevas unidades de los primeros meses de pandemia todavía afectan al stock que los concesionarios necesitan para satisfacer la importante demanda, aunque señalan que la situación se normalizaría en las próximas semanas.
En este contexto, CLG dialogó con el rosarino Walter Lastra, secretario general de Acara Motos, quien se refirió a la situación actual del sector: «Como primera medida, el sector se vio afectado por la implicancia de la pandemia en las terminales, y luego por los protocolos que hay que seguir en los locales comerciales. A nivel país ha sido distinto a lo que sucedió en el Amba, y luego en el resto de las provincias fue cambiante. También han repercutido bastante los problemas de la pandemia a nivel mundial, porque las casas matrices han tenido los mismos problemas que tenemos hoy en Argentina».
El referente nacional del sector explicó las causas del crecimiento en los números de venta de las motos: «El mercado de la moto ha reaccionado bien porque viene para resolver una situación con el covid y la pandemia porque la moto genera una posibilidad de traslado alternativo al transporte público, es económico y uno viaja solo. Sin embargo, tenemos un problema importante en cuanto a la provisión de productos que se ha visto demorada».
Con respecto a esto último, Lastra explicó que esperan regular la provisión de unidades en los próximos días: «Hoy hay una demanda sostenida. Estimamos que va a haber una normalización de la oferta sobre fines de octubre y principios de noviembre. Todos los frenos los tuvimos aproximadamente hace seis meses y los pedidos que en su momento se frenaron ya se normalizaron y estarían llegando unidades que nos permitirían empezar una normalidad. En lo actual estamos más demandados que ofertados».
La gran brecha del dólar: ¿motos más baratas?
En la actualidad, en Argentina existe una gigantesca brecha con respecto a lo que es el dólar oficial ($84 aproximadamente, $138 sumando los impuestos) y el blue (entre $180 y $190). Tras el incremento del precio del dólar, se puede aprovechar el tipo de cambio blue para llegar a un modelo que cotiza a dólar oficial, logrando pagar casi la mitad del valor real; pero por el otro, al faltar unidades, los valores de las motos pasaron en muchos casos a regirse por un dólar intermedio, que está muy lejos del que establece el BCRA.
Al ser consultado al respecto de esta situación, el titular de Acara Motos expresó: «Si uno toma como valor de referencia el dólar blue, una moto se abarató. Por ejemplo, cierto modelo en enero de 2020 valía 500 dólares y hoy vale 350».
Por otra parte, Lastra se refirió al impacto que tiene la situación cambiaria sobre el sector: «Si bien estos son productos en su mayoría importados, una parte son de integración nacional. El 92% de las unidades que se venden en Argentina son las de media y baja cilindrada. Esas motos entran y se ensamblan en el país. En principio eso está entrando con una pseudolibertad a través del dólar oficial, pero tenemos restricciones».
«El impacto del dólar y la incertidumbre del mercado lo tenemos como con cualquier otro producto, al no haber seguridad de reposición el concesionario está a la espera de que la terminal le permita reponer para ver a qué valor vende. No tenemos un panorama igual en todas las gamas y cilindradas», añadió.
En ese sentido, habló sobre los inconvenientes que existen actualmente al momento de importar marcas de alta gama: «Las unidades de alta gama son un segmento muy pequeño dentro de lo que es el mundo de la moto en Argentina, pero la demanda es sostenida. Allí tenemos un problema importante porque las importaciones que tienen una determinada libertad de ingreso son las que tienen integración y armado en Argentina, las unidades que vienen totalmente armadas del exterior tienen restricciones. Allí sí hay una complicación importante».