Los Peques de la Travesía es un espacio al que asisten unas 250 personas y en este contexto de pandemia tuvieron que agudizar el ingenio para conseguir los fondos necesarios que les permitan continuar brindando un plato de comida
Por Diego Carballido
Merenderos y comedores han llevado adelante desde siempre una función vital en los barrios más desprotegidos de la ciudad. A lo largo de este año, estos espacios comunitarios han enfrentado el doble desafío de lidiar con las necesidades propias y los peligros de una pandemia que puso en evidencia las desigualdades sociales.
En el caso del comedor Los Peques de la Travesía, en la zona de Sorrento y Travesía, decidieron apelar a diferentes alternativas para sumar ingresos debido al aumento en la demanda de comida, que complementen a las donaciones que suelen recibir.
Claudia Lencina es la referente del espacio y en diálogo con CLG explicó que desde hace varias semanas, entre las madres allegadas al comedor, han montado un emprendimiento donde realizan la redecoración de macetas y tejen alfombras de totoras para poder obtener los fondos necesarios que les permite continuar con su labor solidaria con el barrio.
«Todo lo hacemos con donaciones. Conseguimos las macetas, las pinturas, los pinceles y también los retazos de tela con los que hacemos las alfombras, que después vendemos para tener fondos destinados al comedor», detalló Lencina. “Son macetas que pintamos a mano junto con las mamás que vienen al comedor y también nos ayudan unas chicas que nos enseñan la técnica de decoración. Siempre teniendo los cuidados necesarios por la pandemia y por eso tratamos de no ser muchas cuando nos juntamos”, agregó.
Lencina explicó que a lo largo de los últimos meses es notorio el incremento de las personas que se acercan hasta los Peques de la Travesía en busca de asistencia alimentaria y, por tal motivo, van diseñando diferentes alternativas que les permitan hacerse de los recursos necesarios con los que pueden cocinar cada semana.
Al comedor de Sorrento y Travesía usualmente asisten unas 250 personas los lunes y miércoles para recibir una merienda, y los jueves y sábados son los días en los que se realiza un almuerzo para las familias del barrio que se acercan hasta Avenida Travesía 293. «No cocinamos más días porque no lo podemos hacer. Tratamos de dar hasta donde nos alcanza y siempre haciendo lo posible para cumplir con todos los que vienen cada semana”, explicó Lencina.
Al mismo tiempo que llevan adelante el emprendimiento de la venta de macetas y alfombras, Lencina compartió que habían proyectado armar una huerta trabajada entre los mismos vecinos del barrio para complementar con frutas y verduras las raciones del comedor.
“Por el momento, el tema de la huerta está parado por cuestiones del terreno donde funciona el comedor, pero la idea es realizarlo en un futuro”, aseguró la referente de los Peques de la Travesía. «Nos venía muy bien porque de ahí podíamos sacar las verduras, pero por el momento no se puede. Estaría bueno poder hacerlo en otro lugar, pero no disponemos de otro terreno», agregó Lencina.
Para colaborar con la tarea solidaria de este espacio en la zona norte de la ciudad, ya sea donando alimentos o elementos para su emprendimiento, hay que comunicarse al 341-6137699 o llegarse hasta Av. Travesía 293.
