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Brasil: Temer confesó que conspiró con jefes militares la destitución de Rousseff


Se trató de una reunión secreta celebrada un año antes del juicio político contra la ex presidenta 

Los jefes del Ejército de Brasil conspiraron en 2015 junto con el entonces vicepresidente Michel Temer en una reunión secreta y fuera de agenda oficial un año antes de juicio político que destituyó de la presidencia a Dilma Rousseff en 2016, quien denunció que sufrió un golpe de Estado parlamentario.

Así fue revelado por el propio Temer y su biógrafo, el filósofo de la derecha liberal Denis Rosenfield, al lanzar en una conversación virtual el libro «A Escolha (La elección), una serie de conversaciones entre ambos durante el gobierno del dirigente del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB) (2016-2018), antecesor de Jair Bolsonaro.

Los generales que le pidieron la reunión a Rosenfield con Temer fueron el entonces jefe del Ejército, Eduardo Vilas Boas, quien en 2019 fue asesor especial de Bolsonaro, y el entonces jefe del Estado Mayor, Sergio Etchegoyen, quien terminó siendo ministro.

«Estamos preocupados por Brasil y queremos un análisis de escenario. Yo les dije que inviten al vice para conversar. Tuvimos que armar una reunión, algo secreto que nunca se filtró. Esto fue un año antes del impeachment (de Rousseff)”, contó Rosenfield. Temer destacó que esos generales «tenían aprecio por la Constitución» y contó pormenores de la cena, en la que se habló, según dijo, de «literatura de Mozambique».

Rosenfield es conocido por su activismo en el «think-tank» de la ultraderecha liberal llamado Instituto Milenium y en 2015 escribió sobre la necesidad de destitución de Rousseff para la asunción de Temer.

Tras la destitución de Rousseff, Temer asumió la presidencia con el apoyo del Partido de la Social Democracia Brasileña del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), convocó a Etchegoyen como ministro del Gabinete de Seguridad Institucional y entregó al hoy jefe de Gabinete de Bolsonaro, general retirado Walter Braga Netto, la intervención militar durante 2018 en el estado de Río de Janeiro.

Al mismo tiempo, inauguró la Operación Acogida, liderada por el general y hoy ministro de Salud, Eduardo Pazzuello, en Roraima, en el norte de Brasil, para recibir a inmigrantes venezolanos en la zona fronteriza entre ambos países.

Vilas Boas fue el más determinante jefe del Ejército en la democracia de Brasil: sus acciones fueron gravitantes para las elecciones de 2018, como un tuit amenazando al Supremo Tribunal Federal en caso de que en aquella época la corte permitía la liberación del líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva, condenado por corrupción en la operación Lava Jato por el exjuez Sérgio Moro.

El STF negó un habeas corpus de Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), en mayo de 2018 y le impidió hacer campaña electoral para las elecciones de octubre de aquel año, para las cuales fue prohibido de participar.

El PT anotó al exministro Fernando Haddad, quien perdió en segunda vuelta con Bolsonaro, quien durante la campaña invitó a ocupar el ministerio de Justicia al entonces juez Moro, hoy fuera del gobierno por diferencias con el jefe del Estado.