La panadería Lucana reconocida en la ciudad no sólo por sus productos si no por su solidaridad cerró sus puertas este domingo. El comercio llevaba largos años prestando servicio a sus clientes y, además, al fin de cada jornada le regalaba comida a los más necesitados.
Las vidrieras tapadas y los carteles de despedida: esa es la imagen de La Lucana este domingo. Lejos de lo usual con la mercadería exhibida y tentando a más de uno de los que pasaba por la vereda. Una sorpresa para sus fieles compradores, que cuando fueron a buscar las facturas de esta mañana se encontraron con nada.
La crisis golpeó nuevamente la puerta de una panadería. Se calcula que unas 60 tuvieron que cerrar por los aumentos en la materia prima, especialmente, en el último año y medio. Teniendo en cuenta también que suben los impuestos y los alquileres, la dificultad de mantenerse a flote es cada vez mayor.
La Lucana dejó su anuncio y despedida mediante un humilde cartel: «Años sirviendo a Rosario. Hoy les decimos adiós». Así saludó a sus clientes, los que iban durante el horario de atención y los que llegaban al cierre. Estos últimos formaban una larga cola en la vereda y esperaban en fila una bolsa con mercadería que desde la panificadora les daban como ayuda.