Los agentes fueron acusados por falso testimonio y encubrimiento, en el marco de la investigación por el homicidio de un joven de 17 años en agosto pasado
Cuatro policías fueron detenidos e imputados en las últimas horas acusados por falso testimonio y encubrimiento agravado, en la causa que investiga el crimen del joven Blas Correas, ocurrido en agosto pasado en la ciudad de Córdoba.
Estos cuatro policías, según confirmaron fuentes judiciales a NA, se suman a los nueve efectivos ya imputados por el crimen del adolescente de 17 años, ocurrido durante la madrugada del 6 de agosto, cuando el auto en el que iba con un grupo de amigos evadiera presuntamente un control policial y tras una persecución los agentes dispararon contra el vehículo.
En la causa también hay imputados tres empleados de la Clínica Aconcagua, el sanatorio donde se negaron a brindarle atención al joven después de haber recibido el disparo que le causó la muerte.
Los efectivos, según pudo determinar la fiscalía a cargo de la investigación, habrían efectuado cuatro o cinco disparos al auto en el que iba la víctima durante la persecución; y uno de los disparos le dio en la espalda al adolescente; y también se estableció que no hubo ningún tipo de intercambio de disparos.
Además, la fiscalía pudo comprobar que los efectivos mintieron al decir que desde el Fiat Argo en el que viajaba la víctima habían arrojado un arma, ya que tras el análisis de varias cámaras de seguridad, se estableció que en realidad desde un Ford Kinetic los policías habrían lanzado esa arma para tratar de «plantarla» y culpar a los jóvenes.