Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en el mundo.
La Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la OMS y la UNESCO designó en el 2000 el día 29 de septiembre como el primer Día Mundial del Corazón, con el objetivo de dar a conocer masivamente las enfermedades cardiovasculares, su prevención control y tratamiento. La primera vez que se celebró fue de forma coordinada entre todos los países.
Una gran proporción de estas muertes podría evitarse con una alimentación saludable que reduzca el consumo de sal, con ejercicio físico y evitando el consumo de tabaco. Promover y facilitar estos estilos de vida saludable requiere la existencia condiciones que faciliten el acceso a alimentos frescos y naturales, entornos seguros para la actividad física y donde se promueva una vida libre de humo de tabaco.
La Organización Panamericana de la Salud reconoce la importancia de trabajar impulsando políticas efectivas para reducir la ingesta de sal, fomentar la actividad física y continuar avanzando en la prevención y control del tabaquismo. Estas son algunas de las medidas que promueve el Plan de Acción regional para la prevención y control de las enfermedades no transmisibles. Reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares resulta imprescindible para lograr reducir en un 25% la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles para el año 2025, según el compromiso adquirido en el Plan Mundial de Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles.
Como parte de este esfuerzo, la OPS/OMS ha desarrollado un curso virtual para los profesionales de la salud para mejorar el control y prevención de la hipertensión desde la atención primaria y una aplicación para dispositivos móviles que ayuda a estimar el riesgo cardiovascular.