La imagen simula cómo se vería la niña desaparecida en 2008 en la actualidad, a tres meses de cumplir 16 años
El juez de instrucción 1 de la ciudad de Río Grande, Daniel Cesari Hernández, difundió este viernes la actualización del rostro de Sofía Herrera, la niña desaparecida en Tierra del Fuego en 2008 cuando salió a compartir un día de campo con sus padres y un grupo de amigos.
La imagen de Sofía, que tenía tres años cuando la vieron por última vez, fue encargada hace dos meses a un perito dibujante experto en reconstrucciones faciales, y simula cómo se vería la niña en la actualidad, a tres meses de cumplir 16 años.
La Justicia fueguina informó en un parte de prensa que la primera copia de la imagen fue entregada al abogado de la familia Herrera y que luego se distribuyó a la prensa y a las autoridades policiales de todo el país para sumar a las tareas de búsqueda de paradero. El juez indicó que con el nuevo dibujo se realizarán una serie de diligencias y se confeccionarán afiches para «su distribución masiva», justo cuando faltan tres días para que se cumpla el decimosegundo aniversario de la desaparición.
La realización de la imagen fue encomendada al mismo experto internacional que ya trabajó en la causa, Alberto Suárez, un ex dibujante de la policía de la provincia de Buenos Aires que «ha colaborado con nosotros de manera desinteresada», destacó María Elena Delgado, la madre de Sofía. Delgado dijo que esta nueva reconstrucción la «llena de esperanzas» en un momento en que la causa no registra «ningún avance».
«Mi hija cumplirá 16 años en diciembre de este año. La última imagen con que se realiza la búsqueda es de cuando tenía 12 años. Actualizar el dibujo puede ayudar a que alguien la identifique o a que ella misma pueda reconocerse», explicó la mujer a Télam en el momento en que la justicia encargó el trabajo.
Por su parte, Cesari Hernández sostuvo hoy que el juzgado «sigue dos hipótesis en forma paralela», una vinculada a que la niña haya sido secuestrada y esté viva a cargo de alguna familia, y la otra acerca de que haya sido asesinada por un ciudadano chileno nómade, que deambula por zonas rurales del sur de Argentina y Chile, y que según algunos indicios podría estar vinculado al caso.
A propósito de ello, el juez dictó semanas atrás la captura internacional de ese ciudadano, identificado como José Dagoberto Díaz Aguilar, a quien apodan «Espanta la Virgen», y que ahora es buscado por Interpol.
La justicia llegó a la imputación de Díaz Aguilar por dos caminos distintos: el testimonio brindado por un suboficial de la policía de la provincia que participó de las primeras tareas de búsqueda de Sofía, y por la descripción que brindó uno de los niños que estaba en el lugar donde desapareció Sofía.
El 28 de septiembre de 2008, la familia Herrera salió con amigos a pasar un domingo de esparcimiento en el camping John Goodall, ubicado 59 kilómetros al sur de Río Grande.
María Elena, su marido Fabián Herrera y Sofía se detuvieron en un supermercado a comprar comida y luego en una estación de servicio donde se encontraron con Noemí Ramírez y Silvio Giménez, quienes a su vez estaban con sus hijos de 2 y 9 años.
El grupo llegó al camping situado en el kilómetro 2893 de la Ruta Nacional 3, en dos autos que estacionaron cerca del camino.
El lugar, un paraje casi desértico, es un rectángulo de 15 hectáreas cercado con un alambre de un metro de altura y seis hilos, el primero de púas. Sofía se separó por unos instantes de sus padres y desde entonces nadie volvió a saber de ella.