"Hay preguntas muy serias ahora que solo el gobierno ruso puede y debe responder", dijo la canciller alemana Angela Merkel
El gobierno alemán informó que el hospital Charite de Berlín, donde se encuentra internado el dirigente opositor al presidente Vladimir Putin, solicitó pruebas al laboratorio de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas de Alemania) que mostraron «pruebas inequívocas» de la presencia de un agente químico nervioso del grupo Novichok.
Se trata de un inhibidor de la colinesterasa, parte de la clase de sustancias que los médicos de Charite ya habían encontrado en el sistema de Navalny, y es el mismo componente que las autoridades británicas habían identificado como el veneno utilizado contra el exespía ruso Serguei Skripal y su hija en Inglaterra en 2018.
El centro de salud informó que el opositor permanece en cuidados intensivos, en una condición grave y con ventilador y aunque “está mejorando”, aún no pueden descartar las consecuencias a largo plazo del envenenamiento.
Tras conocerse los resultados, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que hubo un «intento de asesinato por envenenamiento» con el objetivo de silenciarlo, de acuerdo a las declaraciones que reprodujo la cadena DW.
«Hay preguntas muy serias ahora que solo el gobierno ruso puede y debe responder», dijo Merkel, quien describió lo que le sucedió a Navalny como «el intento de asesinato por envenenamiento de una de las principales figuras de la oposición rusa».
En respuesta, el Ministerio de Exteriores ruso afirmó que las declaraciones de Berlín sobre lo ocurrido con Navalny son «infundadas».
Leonid Rink, el doctor en química que estuvo directamente involucrado en el desarrollo de la sustancia Novichok, aseguró que los síntomas que presenta Navalny «no tienen nada en común» con el envenenamiento con esta sustancia.
Según Rink, el uso de Novichok habría matado al opositor ruso, explicó a la agencia de noticias rusa Sputnik.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, manifestó que convocaron al embajador ruso para informarle en términos «inconfundibles» del llamado de Alemania para que el caso Navalny sea investigado «en su totalidad y con total transparencia», informó la CNN.
Al respecto, el Kremlin declaró que Rusia está interesado en una amplia cooperación con Alemania para aclarar la situación.
«Confirmamos nuestra disposición e interés en cooperar e intercambiar con Alemania datos sobre ese asunto», afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en conferencia de prensa. No obstante, señaló que por ahora Berlín no contestó a las propuestas de cooperación.
El 20 de agosto, Navalny se sintió mal durante un vuelo de la ciudad rusa de Tomsk a Moscú, lo que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia en Omsk, Siberia, donde fue hospitalizado y puesto en coma inducido.
El médico jefe del hospital de Omsk, Alexandr Murajovski, informó que el principal diagnóstico del opositor era un trastorno metabólico provocado por una fuerte caída del nivel de azúcar en la sangre.
Dos días después fue trasladado al hospital Charité de Berlín en un avión fletado por la ONG Cinema for Peace, luego que la esposa del opositor se reuniera con el presidente ruso, Vladimir Putin, para permitirle el traslado a Alemania.
El 24 de agosto, el hospital Charité informó que los datos del examen clínico apuntaban a un envenenamiento, aunque el agente concreto todavía quedaba por determinar.
No obstante, el vicedirector del departamento de anestesiología y reanimación del Centro médico ruso Pirogov, Boris Teplij, dijo a Sputnik que la versión presentada por los médicos alemanes fue analizada por los especialistas rusos al principio pero no se confirmó.
El caso de Navalny tiene muchas similitudes con el del exespía ruso, Serguei Skripal, quien estuvo internado en Londres en 2018, y que provocó un fuerte escándalo diplomático.
Por el momento no está claro si el incidente con Navalny provocará el mismo impacto en las relaciones de Rusia con Occidente, si bien Maas afirmó que notificará a sus socios de la Unión Europea y a la OTAN sobre los resultados de la investigación y debatirá con ellos una «reacción conjunta» al respecto.
Asimismo, se prevé que el Gobierno alemán también se ponga en contacto con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).