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Falleció un seguidor de Trump en los enfrentamientos de la ciudad de Portland


La ciudad estadounidense vive enfrentamientos entre manifestantes del movimiento Black Lives Matter y los seguidores del presidente Trump. La víctima fatal pertenecía a un grupo ultraconservador de extrema derecha

 

Al menos una persona murió durante los enfrentamientos entre manifestantes del movimiento Black Lives Matter y los seguidores del presidente Dononald Trump llegados a la ciudad estadounidense de Portland, en Oregón, escenario de disturbio desde hace tres meses cuando se registró una ola de protestas anti-raciales por la muerte de George Floyd.

Una marcha que invadió las calles del centro la noche del sábado y organizado por diversas organizaciones algunas de extrema derecha.

Es precisamente a un grupo ultraconservador y de extrema derecha, aquel de la Patriot Prayer, al que pertenecía la víctima, golpeada en el pecho por una bala. Para él no había escapatoria, murió instantáneamente.

Desde las primeras reconstrucciones, el tiroteo habría comenzado luego de que desde varias camionetas de seguidores del mandatario salió hacia los manifestantes en la calle una ráfaga de balas. En respuesta hacia los vehículos fueron lanzados objetos, piedras, botellas, cestos de basura.

Tras la tragedia, se está intentando reconstruir la dinámica para individualizar a los responsables. Investigan junto a las fuerzas del orden local también los agentes del FBI. Pero la verdadera preocupación que está ahora en Portland, ya desde semanas degenerada, pueda terminar del todo fuera de control, con una verdadera guerra entre facciones opuestas.

Así, a dos meses de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, la campaña electoral corre el riesgo de alcanzar los niveles de tensión nunca antes vistos en la historia estadounidense reciente. Después de todo los hechos en Portland llegan en el momento en el que el país está atravesando por una nueva ola de protestas contra el racismo y la policía violenta.

Esto fue provocado por el caso de Jacob Blacke, en Kenosha, en Wisconsin.

El próximo martes irá Trump: pero, al menos, según la agenda oficial difundida hasta ahora por la Casa Blanca, no para reunirse con la familia del afroestadoujnidenses al que un agente disparó siete balazos por la espalda, sino para llevar solidaridad a las fuerzas del orden.

Aquellos «policías héroes» comprometidos en oponerse al plan de anarquistas y antifa cuyo objetivo, según el magnate, es incendiar ciudades estadounidenses y hacerlo perder en las urnas. Por eso Trump, invocando el lema «ley y orden» que continúa twitteando obsesivamente, vuelve a presionar por la línea dura y pide la intervención de los hombres de la Guardia Nacional en Portland y dondequiera que haya protestas.

«Todas las opciones están sobre la mesa», dijo el jefe del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf, y explicó que el gobierno federal está estudiando una respuesta por aquello que está sucediendo en Portland y otras ciudades.

«Si soy elegido presidente, nunca usaré a la Guardia Nacional por razones políticas o por venganza personal. Esto no es ‘ley y orden’, esto es usar al ejército como una milicia privada violando los derechos de los ciudadanos», dijo el candidato demócrata por Joe Biden de la Casa Blanca. Y Estados Unidos, en espera del día de las elecciones, se prepara para experimentar su cálido otoño.