Política y Economía

Para Nicolás Massot, «la marcha de ayer no tiene dueño»


El ex presidente del bloque del PRO de la Cámara baja evaluó que "es difícil pensar que la totalidad de las personas que estuvieron haya ido a manifestarse contra la reforma judicial"

 

El ex diputado nacional y actual director del Banco Ciudad, Nicolás Massot, sostuvo hoy que la manifestación del 17A realizada durante la tarde de ayer «no tiene dueño» y consideró que la convocatoria fue «muy heterogénea y variopinta».

El ex presidente del bloque del PRO de la Cámara baja evaluó que «es difícil pensar que la totalidad de las personas que estuvieron haya ido a manifestarse contra la reforma judicial» sino que «mucha gente fue a llevar la angustia de ver cómo sus ingresos se han desplomado».

«Es muy difícil ponerse en el lugar de esa gente después de tantos meses», agregó el exdiputado, quien aclaró que no participó en la movilización de ayer.

En diálogo con la radio online FutuRöck, Massot aseveró que la convocatoria realizada en las redes sociales bajo el hashtag #17A se vincula a «la clase media», a la cual «le cuesta encontrar espacios que la representen» y evaluó que los manifestantes son personas «que tienen una pyme o un comercio».

«Hay que tener cierto nivel de comprensión y pudo haber significado un riesgo (de contagios de coronavirus) pero es gente que no da más», añadió Massot, tras destacar que «la marcha de ayer no tiene dueño y no hay que macharla por unos pocos que se extralimitaron» en sus mensajes.

El miembro del directorio del Banco Ciudad expresó también que quienes concurrieron a la manifestación fueron «miles de personas con distintas prédicas partidarios e institucionales que se mezclaron con la angustia que cada uno tiene».

«No se puede deslegitimar una marcha de cientos de miles de personas por algunos portadores de mensajes que pueden hacer apología de cosas que no queremos que nunca más ocurran. Es muy fácil ser tolerante con expresiones con las que se tiende a coincidir; lo difícil es serlo con las que están en las antípodas», agregó.

Por último, Massot opinó que «es muy complicado cuando se empieza a coquetear con poner límites a la expresión porque cada uno tiene límites distintos y el sistema se funda en la libertad de todas las expresiones».