Dinamarca ha registrado hasta la fecha casi 15.400 positivos por el virus y al menos 621 fallecidos
La escalada del coronavirus en Dinamarca obligó a las autoridades a decretar el uso del tapaboca en el transporte público. «Hacemos esto porque las tasas de contagio están aumentando, al igual que también lo hace la actividad social», explicó la primera ministra, Mette Frederiksen, al referirse a los riesgos que trae aparejados el desconfinamiento que se estuvo llevando a cabo en los últimos meses.
Estarán obligados a usar mascarilla todos los conductores y empleados de la red pública de transporte, así como también los pasajeros mayores de 12 años, dijo el ministro de Transportes, Benny Engelbrecht, quien aclaró que la medida también deberá cumplirse en las estaciones y comenzará a aplicarse a partir del 22 de agosto.
Frederiksen, por su parte, no descartó que se amplíe el uso de mascarilla a otras zonas de alto tránsito público, como supermercados, informó la agencia de noticias alemana DPA.
Por otro lado, anunció que los turistas ya no tendrán que demostrar que van a pasar al menos seis noches en el país para poder entrar, como se estipuló en junio.
Bares y restaurantes podrán estar abiertos hasta las 2 en lugar de hasta las 23.59 como venía siendo hasta ahora, mientras que las discotecas seguirán cerradas hasta noviembre.
Dinamarca ha registrado hasta la fecha casi 15.400 positivos por el virus y al menos 621 fallecidos.
El país escandinavo, uno de los primeros en cerrar sus fronteras y la vida pública pero sin confinamiento, empezó a levantar restricciones a mediados de abril, con la apertura parcial de guarderías, escuelas y pequeños comercios.
En mayo, al iniciar su segunda fase de desconfinamiento, reabrió tiendas minoristas, centros comerciales, cafés, restaurantes y permitió la práctica profesional de deportes, siempre con restricciones de espacio y medidas especiales de higiene.
La tercera fase, que comenzó a principios de junio, reabrió museos, cines, teatros y deporte en instalaciones cubiertas, y amplió el número permitido de personas que se pueden reunir en esos lugares.