Es con el fin de que las naciones y comunidades más afectadas por la pandemia accedan a suministros necesarios para enfrentarla
Un grupo de expertos de derechos humanos de la ONU pidió este viernes a todos los países miembro que suspendan, o cuanto menos suavicen, las sanciones que imponen a otros estados a fin de permitir que las naciones y comunidades más afectadas por la pandemia accedan a suministros necesarios para enfrentarla.
Los expertos recomiendan que en lugar de recurrir a procedimientos prolongados y a menudo costosos para obtener exenciones humanitarias a las sanciones, se otorguen las mismas bajo la presunción de que el propósito declarado es realmente humanitario.
«Las sanciones están generando sufrimiento y muerte en países como Cuba, Irán, Sudán, Siria, Venezuela y Yemen», argumentó la relatora especial del organismo, Alena Douhan, sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales respecto de los derechos humanos.
Douhan agregó que desde que hiciera este mismo llamamiento en abril, acompañada de ONG como Sociedades Internacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la situación no ha cambiado.
De allí que los expertos hayan reiterado su petición para que los Estados que actualmente imponen sanciones -una política muy utilizada por Estados Unidos y la Unión Europea- «suspendan o minimicen urgentemente sus amonestaciones para que se reanude la entrada de medicamentos, equipos médicos, alimentos y combustible», reportó la agencia de noticias Europa Press.
«A tal efecto, para garantizar los derechos humanos y la solidaridad en el curso de la pandemia, las licencias para la entrega de ayuda humanitaria deben proporcionarse de la manera más fácil, preferiblemente de forma automática a petición», refirió Douhan.
La relatora enfatizó que «las personas y organizaciones humanitarias involucradas en la entrega de dicha ayuda no deben ser sometidas de ninguna manera a sanciones secundarias».
«Las sanciones que se impusieron en nombre del cumplimiento de los derechos humanos de hecho están matando a las personas y privándolas de sus derechos fundamentales, incluidos los derechos a la salud, la alimentación y la vida misma», concluyeron los expertos.