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La ultraderecha europea cuestionó el plan de recuperación económica  sellado en Bruselas


Partidos de ultraderecha se opusieron al acuerdo logrado por 27 Estados europeos para paliar la crisis derivada de la pandemia de coronavirus y lo consideraron un "regalo" a los países del sur y una pérdida de "soberanía" nacional

 

Los partidos europeos de ultraderecha manifestaron en contra del plan de recuperación económica acordado hoy por los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE) para paliar la crisis derivada de la pandemia de coronavirus y lo consideraron un «regalo» a los países del sur y una pérdida de «soberanía» nacional.

La ultraderecha europea se pronunció contra el acuerdo que los líderes de la UE calificaron de “histórico” porque para financiarlo la Comisión Europea emitirá deuda en los mercados con el respaldo del presupuesto comunitario, una medida que representa “regalos” al sur de Europa.

Además, sostuvieron que el acuerdo viola las propias normas del bloque está lejos de ser un «auténtico rescate».

En Alemania, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), calificó a Angela Merkel y Emmanuelle Macron, impulsores del acuerdo, de “sepultureros de la democracia Europea” por haber cedido a los intereses de los países del sur.

«Merkel sigue una vez más la política europea contra los intereses de los ciudadanos y contribuyentes alemanes para ser celebrado como un ‘gran acuerdo europeo’. Se acepta el incumplimiento de la ley y la constitución. ¡Merkel y Macron son los sepultureros de la democracia en Europa!», comunicó Alice Weidel, líder de AfD, por Twitter.

A diferencia de los grandes países, Alemania, Francia, Italia y España, como la mayoría de los Veintisiete, que querían como mínimo 400.000 millones de euros en subsidios no reintegrables, Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia (los denominados países frugales), proponían 350.000 millones. Finalmente, se acordó 390.000.

En Finlandia, país que se mantuvo al margen hasta el domingo por la tarde cuando se sumó a los países “frugales”, el presidente del principal partido de la oposición, el derechista Verdaderos Finlandeses, Jussi Halla-aho, denunció que el acuerdo viola las propias normas de la UE, según la agencia de noticias EFE.

«El cambio necesario hubiera sido una modificación sustancial en los criterios para conceder ayudas. Los países que han gestionado sus economías de forma más responsable están financiando así los problemas a largo plazo de otros países, debidos a su mala gestión económica», afirmó Jussi Halla-aho.

En Holanda, el ultraderechista Geert Wilders, líder el Partido por la Libertad (PVV), opinó que el primer ministro Mark Rutte se había «arrodillado» ante Bruselas al respaldar «390.000 millones de euros en regalos para el Sur de Europa», que describió en varias ocasiones como “un pozo sin fondo”.

En Francia, Marine Le Pen, presidenta de Reagrupación Nacional (RN, ex Frente Nacional), afirmó que es «el peor acuerdo para Francia de toda la historia de la Unión Europea», y arremetió contra el presidente Macron.

«Para proteger su ego, sacrifica nuestro futuro y nuestra independencia: impuestos europeos, abandono de nuestra agricultura, compromiso financiero colosal del país”, publicó la eurodiputada en Twitter, mientras que su partido afirmó que Macron tendrá «la responsabilidad directa del desastre económico y social que resultará».