Se cumple un nuevo aniversario del peor atentado en la historia del país, donde murieron 85 personas. CLG dialogó con Gabriel Dobkin, presidente de la Daia Rosario, y con el rabino Pablo Iugt, quienes hablaron sobre el dolor y la impunidad
Este sábado se cumplen 26 años del peor atentado terrorista en la historia argentina. Aquel 18 de julio de 1994 a las 9.53 un artefacto estalló en el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), dejando 85 muertos y más de 300 heridos. Más de un cuarto de siglo después, no ha sido arrestado ninguno de los autores.
En el marco de un nuevo aniversario del ataque a la Amia, CLG dialogó con referentes locales de la comunidad judía, Gabriel Dobkin, presidente de la Daia Rosario, y con el rabino Pablo Iugt; quienes opinaron sobre la falta de respuestas de la justicia y el dolor que esto provocó y provoca en los familiares de las víctimas y en la comunidad en general.
Los actos centrales comenzaron el pasado jueves a las 13, cuando el presidente Alberto Fernández participó en forma virtual de un encuentro con el Comité Judío Norteamericano (CJA) con sede en Washington. Por su parte, Amia y Daia realizaron la conmemoración de forma anticipada, el viernes a las 9.53, debido a que este sábado 18 de julio es shabat.
El aniversario coincide con la salida del juez, Rodolfo Canicoba Corral, quien tenía en sus manos la causa Amia desde 2005 y ahora se jubila a sus 75 años. Canicoba se hizo cargo de la investigación debido a la destitución del primer juez, Juan José Galeano, quien en febrero de 2019 fue condenado a seis años de prisión por haber usado dinero del Estado para pagar a testigos falsos para que acusaran a un grupo de policías de ser la «conexión local» del ataque.
Gabriel Dobkin
«Hace 26 años el horror nuevamente nos golpeó: una explosión, 85 muertos, centenares de heridos, familias destrozadas por el odio y sobrevivientes que hoy no pueden recuperarse de ese atentado terrorista», comenzó recordando Gabriel Dobkin, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia) de Rosario.
«Es una herida que no cierra. Sin embargo, hoy, a pesar de esta situación que estamos viviendo, con la misma fuerza de siempre seguimos reclamando memoria, verdad y justicia para que este hecho no quede impune y sin respuestas», aseveró.
Por otro lado, Dobkin se refirió a la causa judicial que lleva 26 años sin haber arrestado a ningún sospechoso: «No hay ningún detenido, nadie condenado y hubo juicios que se fueron anulando, con lo cual esto genera mucha tristeza, bronca y frustración. Lo que tenemos que seguir haciendo es exigir a los poderes del Estado que actúen adecuadamente».
«El tiempo se acaba, las posibilidades de encontrar a los culpables son cada vez menos y las pruebas se van diluyendo. Donde hay impunidad, hay un Estado que no hace justicia. El terror siempre tiene la puerta abierta para volver a golpear», expresó.
Por otra parte, con respecto a los actos que se realizaron en Rosario en el marco de la pandemia, el presidente de la Daia señaló: «A raíz de la pandemia el acto se realizó de forma virtual con la consigna ‘Que la Justicia no se lave las manos’. Fue de forma virtual pero tan real como siempre. El viernes a las 9.53, ya que este 18 de julio cae Shabat. El acto fue organizado por la Amia, la Daia y los familiares de las víctimas y transmitido por las redes sociales de las instituciones».
«Este año nos tocó adecuarnos a algo que nunca habíamos vivido, pero fue un acto único donde estuvimos todos unidos empujando para el mismo lado, pidiendo continuar con la memoria y la justicia. Esperamos que nuestro país pueda llegar a tener legislación antiterrorista que ponga un freno a estos ataques que se producen en todo el mundo y que los que realizaron este criminal acto puedan ser detenidos y juzgados para que los muertos y los familiares puedan tener una paz interior que les aliviane ese dolor que lleva 26 años», concluyó.
Pablo Iugt
El rabino de la Asociación Israelita de Beneficencia Kehilá Rosario también dialogó en CLG y dejó su reflexión con motivo del 26° aniversario del atentado a la Amia: «Es una herida que todavía permanece abierta, todavía hay sangre, todavía se siente el clamor de justicia, de memoria y de verdad. Este atentado no sólo fue contra la comunidad judía en Argentina, fue contra una mutual de una colectividad en Buenos Aires donde murieron argentinos, bolivianos, judíos, católicos, ateos, niños, adultos mayores, padres».
«Esto atacó a la comunidad en su conjunto y nos duele como sociedad que no podamos ser capaces de encontrar justicia, de transitar por el camino del derecho, y darle un cierre a uno de los episodios más negros de nuestra historia», agregó.
Con respecto a la causa judicial, Iugt manifestó: «Lo que esto genera es dolor, impotencia, es esta sensación de que no podemos avanzar como país y como sociedad. Hasta en cierto punto esto genera vergüenza ajena. Cuando los intereses políticos entran a mellar dentro de algo tan claro y tan obvio queda mucho más a la vista y termina lastimando no sólo una causa judicial, no sólo la vida de estas 85 familias que siguen llorando a sus seres queridos, sino a la vida de una comunidad y de una sociedad argentina».
«No tenemos que acostumbrarnos a esto, tenemos que ser capaces de poder levantar la voz, de poder reclamar y exigir. Nuestros hijos y nietos se merecen un país mejor y la justicia es un pilar fundamental sobre el cual una sociedad se debe asentar si quiere desarrollarse en paz, con diálogo y dignidad», añadió.
Por otra parte, el rabino rosarino se refirió al acto central: «Como estos tiempos nos tienen acostumbrados, el acto, la conmemoración, el recuerdo y el pedido de justicia se hicieron de manera virtual con la posibilidad de que la sociedad en su conjunto haya podido acompañar el pedido de justicia».
Por último, con respecto a la actividad que impulsa la Asociación Israelita de Beneficencia Kehilá en la ciudad, detalló: «Aquí en Rosario vamos a estar llevando a cabo una actividad alusiva este mismo sábado una vez que el shabat finalice. Vamos a recordar y vamos a contar con la participación del doctor Franco Fiumara, juez en lo criminal y doctor en Ciencias Jurídicas, que va a estar hablando sobre si alguna vez habrá justicia».