El titular de la cartera de Seguridad de la provincia se refirió a la oposición que generó su proyecto, después de reunirse con el intendente por el aumento de crímenes en la ciudad
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain, habló este miércoles con la prensa al finalizar una reunión con el intendente Pablo Javkin por la ola de violencia en Rosario. El funcionario dijo que «muchos sectores políticos no quieren que salga salga la reforma policial».
Sain reconoció dificultades a la hora de avanzar en su proyecto y lo atribuyó a «los conservadores de siempre”. «Hay gente que no quiere que la investiguemos», añadió, y se preguntó: “Cuál es el sentido si quizás el sistema político de Santa Fe no quiere hacer estos cambios”. “Si no quieren la reforma, será un problema de los santafesinos, no de este ministro”, continuó el funcionario provincial que se definió como “un empleado de Omar Perotti”.
El ministro se refirió a la complicidad de las bandas narcocriminales con agentes de diferentes fuerzas: «La Policía no puede controlarse a sí misma, eso no puede dar resultado, entonces estamos separando el área de control de la fuerza (por Asuntos Internos)», argumentó, y puso como ejemplo la detención que se realizó días atrás “arriba de la patrulla del Comando Radioeléctrico” por el vínculo de un efectivo con una banda que opera en San Lorenzo y cuyo jefe identificó como Brandon Bay, quien “mató a tres chicos y quería quedarse con un bunker”.
“Esas son las investigaciones que hacemos nosotros”, mencionó, y recordó que en las causas contra las bandas de Alvarado y Los Monos, la mitad de los miembros llevados a la justicia son policías.
Incluso contó que después de la detención del policía ligado a la banda de San Lorenzo, “tres patrulleros se acercaron a Asuntos Internos por solidaridad con el detenido y les dijimos ‘o se van o quedan vinculados a la causa'». «Se sienten incómodos con el control”, expresó.
Sain afirmó que “faltó voluntad política” para desarmar la complicidad policial con los narcos. En su proyecto, el ministro diseñó un esquema de tres policías: una de seguridad preventiva, una de investigaciones y una de control o asuntos internos.
En cuanto a la gran cantidad de homicidios que se sucedieron en los últimos días en Rosario, el ministro indicó que los grupos armados de la ciudad cuentan “con mucho dinero” con el que acceden a armas, municiones e impunidad. Afirmó que lo consiguen gracias a la venta de drogas, ya que un papel de cocaína de un gramo se vende a tres mil pesos, por lo que un bunker puede manejar uno o dos millones de pesos por fin de semana. “Cómo no van a tener dinero para comprar armas”, señaló y cuestionó el rol de la Justicia Federal.